Aunque estar guapos no es precisamente una primera necesidad, su importancia psicológica no debe menos preciarse. “Estas personas siguen viviendo sus vidas sin sus casas, pero aun así quieren poder ponerse algo que les haga sentirse ellas mismas otra vez”, afirma Stewart. El deseo de recuperar la normalidad a través de la moda se invoca más todavía en Altadena Girls, un espacio de recogida de donaciones impulsado por Avery Colvert, de 14 años, específicamente para las adolescentes víctimas del incendio de Eaton. «Nos encantaría que la experiencia de venir aquí a ‘comprar’ fuese especial y placentera, no en plan coger cosas de una caja o una bolsa», escribió en el grupo en Instagram. Entre los que se han ofrecido a ayudar, encontramos a la estilista Jamie Mizrahi, con clientes como Jennifer Lawrence, Mikey Madison y Jeremy Allen White; y a Karla Welch, que viste a Sarah Paulson y Anna Sawai (las Altadena Girls han suscitado tanto interés que, al parecer, una estilista fue rechazada debido al gran volumen de voluntarios).
Estilistas de todo Los Ángeles (y más allá) están aportando sus habilidades únicas y sus potentes listas de contactos para aportar su granito de arena. Lana Jay Lackey, que ha sido estilista de todo tipo de eventos, desde la campaña de Nike con Billie Eilish hasta la portada en la revista Interview de North West, sabía muy bien lo que se hacía cuando puso en marcha su campaña de recogida de ropa, la LA Clothing Drive. «Soy conocida por llevar a cabo grandes encargos con 20 o 50 talentos a la vez que necesitan looks completos», dice. «Me dije, vale, vamos a utilizar esta fórmula que me va tan bien en el trabajo».