En Un lugar común, la directora debutante Celia Giraldo (Cornellá, 1995) se lanza a contar la historia de Pilar, una mujer que pasados los 50 se da cuenta de que ese trabajo como enfermera en el que encontraba su realización diaria con hijos ya adolescentes se termina. El despido la llevará a intentar reconectar con una familia que no la necesita y comenzará entonces la búsqueda de un nuevo camino para la protagonista de este largometraje que llega a los cines el 14 de agosto. “Empecé a desarrollar la película en el marco Ópera Prima de ESCAC justo cuando acababa la carrera. Había varios temas que me interesaban mucho, pero sobre todo la desconexión dentro de la propia familia, el desconocimiento de las personas más cercanas a nuestro alrededor. Empecé a pensar a partir de una familia arquetípica a los personajes”, explica la cineasta a Vogue España a través de videollamada días antes de presentar su debut en el largo en el Atlántida Film Festival de Palma de Mallorca. “En principio cada uno tenía su vida fuera del hogar y eso contrastaba con las relaciones que tenían dentro. Ahí me di cuenta de que la madre, que era el pegamento, me interesaba más que los demás. Me planteé si ese rol tan marcado le quitaba oportunidades a la hora de plantear otra vida fuera”.
En forma de dramedia, el guion, firmado por la propia Giraldo junto a Bianca Francezca Omonte, se aproxima con delicadeza y luz al tema de la madurez de las mujeres madres en una sociedad que en ocasiones las aparta. “Cuando empecé a escribir no visualizaba a ninguna actriz y eso es algo que suele ser desconcertante porque está muy bien el poder poner una cara. Quería a una actriz que quizá no estuviese muy desarrollada en el mundo de la comedia porque sentía que había varias figuras de esta edad que todos conocíamos. Necesitaba algo nuevo”, comparte la directora. “Buscaba una mezcla, ese punto nórdico que tiene la película, más contenido y apretado, y algo más desmadrado. Una Sandra Hüller que pudiera ser una Kristen Wiig en La boda de mi mejor amiga cuando se emborracha en un avión. Poder tener esos dos extremos en una misma actriz”, continúa. Finalmente, fue Eva Llorach (Murcia, 1975) la que se hizo con el papel de Pilar, una Gloria Bell patria en torno a la que gira toda la historia. «Conocía su trabajo y me encantaba como actriz, pero es cierto que la había visto en un registro muy dramático y contenido. En los Premios Feroz de 2019, cuando ganó por Quién te cantará, hizo un discurso increíble con el que la vi desatada y pensé: ‘Vale, esto es a lo que yo quiero que llegue mi personaje’. Era una persona con la que me iría a tomar unas cervezas y eso es algo que yo buscaba en Pilar”.