Una vela para dormir mejor: las propiedades de la aromaterapia
Lo de no descansar en condiciones es un mal común. No dormimos o, al menos, no lo hacemos las horas necesarias, y arrastramos ese cansancio acumulado durante el día. Un día que, mientras avanza, se vuelve más y más cuesta arriba, y así sucesivamente. ¿Te suena? Hay un 60% de probabilidades de que sí: según un estudio llevado a cabo por la Sociedad Española de Neumología, el 60% de los españoles duermen menos de 6 horas al día, y 12 millones —nada menos que un tercio de la población— reconocen que no descansan bien. La buena noticia es que existen mil y un métodos para mejorar nuestra rutina de sueño, algunos tan sencillos (y placenteros) como el que ahora nos atañe: encender una vela aromática que nos ayude a reducir el cortisol y dormir más, y mejor.
Memoria olfativa, la clave para un bienestar mental y emocional
“La aromaterapia es una poderosa arma cosmética. Griegos, romanos, egipcios o chinos han empleado los aromas y los aceites esenciales con finalidades terapéuticas desde tiempos ancestrales, y ahora contamos además con la ventaja de tener estudios que lo demuestran. ¿Un ejemplo? La lavanda ayuda a relajar el organismo; la naranja, a energetizarlo. Velas, inciensos, aceites… Nos ayudan a conseguir resultados globales tanto físicos, como mentales y emocionales, ayudando a crear incluso tu propio espacio”, explica Carmen Navarro, directora de los centros homónimos y precursora de las terapias de belleza holísticas en nuestro país. El espacio propio al que la experta hace referencia puede ser nuestra habitación —pocos espacios más propios que este—, y ambientarla con un olor que nos induzca a la relajación la clave para nuestro bienestar mental y emocional. Navarro continúa su argumento: “Damos más valor a lo que vemos que a lo que olemos, y debemos saber que nuestro cerebro tiene la capacidad de recordar hasta el 35% de lo que huele y solo el 5% de lo que ve. De hecho, las emociones están relacionadas directamente con los sentidos; cada nota aromática tiene una célula especializada que archiva no solo su olor, también la emoción que experimentamos cuando la olimos por primera vez. Es lo que los expertos denominan memoria olfativa, la más potente que posee el ser humano”.
Todo lo que una vela de lavanda o bergamota puede hacer por tu descanso
Cuando inhalamos ciertos aromas, las moléculas aromáticas viajan a través de la nariz y estimulan el nervio olfativo, que envía señales directamente al sistema límbico —la parte del cerebro que maneja las emociones y los recuerdos—. «Algunos aromas pueden desencadenar la liberación de neurotransmisores como las endorfinas y la dopamina, asociadas al placer y la felicidad. Es por eso que ciertos olores nos pueden hacer sentir relajados, felices o incluso nostálgicos. Por ejemplo, la lavanda, el jazmín o la bergamota son conocidos por sus propiedades relajantes. Estos aromas activan el nervio olfativo, que envía señales al sistema límbico, incluyendo la amígdala y el hipocampo, que regulan nuestras emociones. La lavanda, sin ir más lejos, ha sido ampliamente estudiada y se ha demostrado que reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que induce una sensación de calma”, expone Pilar Guerra Escudero, psicóloga clínica y coach ejecutivo.
Lavanda, relajante y antiestrés
La lavanda es ampliamente conocida por sus propiedades relajantes y calmantes, así como por su facilidad para favorecer el descanso y combatir el insomnio gracias al lilalool, un terpeno de olor dulce y ligeramente cítrico con capacidad para relajar el sistema nervioso y disminuir los niveles de cortisol —la famosa hormona del estrés—. Una vela con olor a lavanda favorecerá así la estimulación neuronal, con influencia directa en el estado anímico.
Bergamota, cítrica y calmante
Su aroma fresco y cítrico (a medio camino entre la mandarina, la naranja y el limón) tiene un efecto calmante en el sistema nervioso, y crea el ambiente propicio para la relajación. Una vela de bergamota generará una atmósfera perfecta para aliviar tensiones y preocupaciones, lo que, a su vez, potenciará las emociones positivas.
‘Noche en vela’: el paso a paso para un sueño reparador
El modus operandi ideal al utilizar una vela para dormir es sencillo, pero comprende tres pasos que sí es importante que sigamos en la medida de lo posible:
- Primero, deberemos ambientar el espacio asegurándonos de que no haya nada al rededor que pueda interferir con la llama —buscamos relajación, no llevarnos un susto—, y colocaremos nuestra vela aproximadamente a un metro de dónde nos situemos asegurándonos de que exista una buena ventilación.
- Es importante también escoger una vela hecha de ceras vegetales libre de parafinas, con la que aseguremos una quema limpia y no tóxica. Las velas de cera de abeja, por ejemplo, emiten iones negativos que pueden neutralizar los contaminantes y alérgenos del aire, por lo que además de favorecer la relajación crearemos también un espacio vital más limpio y confortable.
- Debemos cerciorarnos de encender la vela al menos media antes de acostarnos y no más de dos, apagándola siempre antes de irnos a dormir con un apagador, o quitando el oxígeno colocando un platillo encima para evitar que el humo, el hollín y las migas de brasas vuelen alrededor, ¡et voilà!