Notice: La función wp_get_loading_optimization_attributes ha sido llamada de forma incorrecta. Una imagen no debería ser diferida y marcada como alta prioridad al mismo tiempo. Por favor, visita Depuración en WordPress para más información. (Este mensaje fue añadido en la versión 6.3.0). in /home/farandulaymoda/public_html/wp-includes/functions.php on line 6121
Hay películas que destacaron especialmente por la visión extremadamente nihilista de sus autores sobre el mundo que deciden retratar, ofreciendo visionados que te dejan al final bastante destrozando y perdiendo la fe en casi todo. Probablemente el tipo de obras que gente que considera únicamente el arte como método de entretenimiento rechaza de plano.
También son momentos donde se reclama más significación política de determinado cine de autor, y muchas obras nihilistas son criticadas por apoliticismo al quedarse en lo terrible que está el mundo sin analizar factores que lo causan, o hacer una denuncia mayor. No obstante, no es excluyente poder hacer una obra devastadora en todas las facetas, tal y como consiguió ‘La chica de la aguja’.
Una situación afilada
Es raro decir que esta cinta danesa pasó desapercibida, dado que fue nominada al Oscar como mejor película extranjera, pero lo cierto es que no se hablo bastante tanto de su historia demoledora así como de su acabado técnico impecable. Ahora la película puede disfrutarse (por así decirlo) en streaming a través de Filmin.
Es el Copenaghe de después de la Primera Guerra Mundial, y la joven Karoline se queda embarazada mientras está intentando sobrevivir a duras penas con su trabajo modesto y su economía precaria. Al perder incluso esos mínimos, la joven tiene que aceptar la oferta de una mujer mayor que dirige una agencia de adopción que opera de manera clandestina. Y lo hace por bastantes razones.
El sueco Magnus von Horn ya había tenido experiencia metiendo su cámara en intensos lugares de misoginia y presión angustiosa, tal y como hizo en su obra previa ‘Sweat’. Aquí retuerce un poco más la propuesta metiéndose en el relato de época y entrando en una sociedad todavía más opresiva si cabe.
‘La chica de la aguja’: nihilismo con intención


Lo hace, eso sí, empleando un acabado visual extraordinario. Una de las mejores fotografías del año, y del último lustro si nos ponemos, expandiendo las posibilidades del blanco negro así como de ciertos puntos que donde su drama realista se aproxima al surrealismo pesadillesco. Los contrastes con el horror que se relata son una fabulosa manera de hacer más digerible la narración de una historia francamente deprimente.
Sin entrar en detalles, basta decir que descubrir por qué se llama ‘La chica de la aguja’ es sólo la punta del iceberg en cuanto a momentos retorcidos y desagradables que se pueden ver en la película. Bordeando finamente el cine horrorífico, pero sin caer en la tortura pornográfica, no dejando que se pierda una denuncia de un sistema marcado por la desigualdad y el abandono.
En Espinof | Las mejores películas de 2025
En Espinof | Las mejores películas de drama en streaming