La falda blanca: una compra indispensable en cualquier buen fondo de armario
Las listas más canónicas del armario cápsula comienzan con una camisa y una camiseta blancas, unos vaqueros, un little black dress, una gabardina y todas esas piezas que, en general, suelen asociarse con un estilo (ligeramente) clásico. En mi caso personal, a esta lista debería sumar una falda blanca, ya que es una de las piezas a las que más le saco partido a lo largo de los 365 días del año.
Hace muchos años me hice con una falda blanca –y larga– de rebajas en Massimo Dutti. Al principio la utilizaba en verano, con camisetas básicas y sandalias, después de varias temporadas, decidí utilizarla un día de invierno en el que no sabía qué ponerme, acompañada de un jersey negro de canalé y unas botas cowboy. Así empezó esta historia de amor que me hizo descubrir que una falda blanca es siempre una buena idea y un imprescindible en cualquier buen fondo de armario.
Photographed by Phil Oh
Photographed by Phil Oh
Ahora, bastantes años más tarde, es tal el partido que le he sacado a esta prenda que la he adquirido en casi todas sus versiones, siempre manteniendo esa esencia clásica que tanto me gusta y me caracteriza a la hora de vestir: con jaretas, con vuelo, satinada, con un pequeño volante, ligeramente plisada… ¿Con cuál te quedas?