La novia llevó dos vestidos para su gran día
Mar estudió diseño de moda, algo que realmente le apasiona. Por eso no es de extrañar que para su boda en l’Empordà con Gerard eligiese un vestido de novia de palabra de honor de The Row, la firma de estilo minimal de Ashley y Mary-Kate Olsen. Este diseño lo combinó con un velo de Marta Martí. Sumó a la combinación unas sandalias de Bottega Veneta. Como joyas, llevó unos pendientes art decó de su abuela y un anillo de Leandra.
DOSMASENLAMESA
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Pero la novia decidió llevar un segundo look. Eligió para la fiesta algo más atrevido: un vestido corto, vintage, de Helmut Lang que compró en París. Para bailar cómodamente, se cambió a unas bailarinas metalizadas de Jil Sander.
Una boda en el corazón de l’Empordà
Mar y Gerard se conocieron hace seis años. “Su prima, una de mis mejores amigas del colegio, siempre hace fiestas en una torre de Cabrera y en una de sus fiestas conocimos”, nos cuenta la novia. De esos seis años, Mar y Gerard han pasado tres en la distancia, ya que ella tuvo que irse a vivir a A Coruña por motivos de trabajo, pero eso no ha impedido que celebrasen su boda el pasado 14 de septiembre.
Ambos son unos apasionados de la gastronomía y, cada semana, descubren un restaurante diferente en Barcelona. También son aficionados a la música. “Uno de nuestros grupos preferidos es Izal, por eso en los meseros había una frase de una de nuestras canciones favoritas, nuestra primera cita fue en un concierto de ellos”, recuerda la novia.
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