Una de las cosas más especiales de este look es el ramo de la novia, cuyas tonalidades combinan a la perfección con el entorno otoñal en el que celebró su boda con Álvaro. “Del ramo se encargó Enebro Estudio y, como particularidad, además de los anturios rosas, llevaba una planta carnívora”, revela la novia. Este arreglo floral tan original iba sujeto con una cinta muy especial para Aida: «Me la bordó mi madrina a mano en los tonos de la decoración de la boda”.
Asturias, el lugar perfecto para una boda de otoño
Aida y Álvaro se conocieron hace exactamente 12 años “Mis amigas me hicieron una fiesta de despedida porque me iba de practicas a Milán. Ese día acabamos en un bar que nos encantaba, La Radio y ahí conocí a Álvaro”, dice Aida. “Ahora, La Radio, el bar indie donde nos conocimos, es un proyecto común que nos encanta”, añade.
La pedida de mano llegó en 2023. “Nos fuimos de viaje a la India y Álvaro se arrodillo delante del Taj Mahal. Estábamos en un rinconcito prácticamente solos y de repente decenas de turistas nos rodearon. Fue un momento muy especial que no voy a olvidar nunca”, comenta sobre el momento de la entrega del anillo.
WILD HORSES STUDIO
El 23 de noviembre de 2024 tuvo lugar la boda con la que tanto habían soñado. “La temática que elegimos fue ‘boda otoñal’, no entendemos la decoración navideña en noviembre”, explica la pareja. Para la celebración eligieron el Palacio de Meres, un lugar de ensueño, rodeado de bosques y a tan solo 7 kilómetros de Oviedo. «Queríamos que fuera un lugar cómodo y que no hubiera desplazamientos entre la iglesia y el lugar de celebración. Además de estar muy cerca de nuestra ciudad y de tener capilla, creemos que es el palacio más bonito de Asturias”, confiesan.
Música, tatuajes y una decoración que cuidaba hasta el más mínimo detalle
“En 2017 Álvaro comenzó a trabajar como fotógrafo de bodas bajo la marca Álvaro de Reina y unos meses después decidí unirme a su proyecto”, nos desvela la novia. Estar tan cerca del mundo nupcial les ha ayudado a poder organizar la boda sin ayuda de una wedding planner, haciéndola de manera muy personal, cuidando hasta el más mínimo detalle y eligiendo muy buenos proveedores para que todo saliese . “Queríamos una deco un poco diferente, frutas, asimetrías, velas con color…Como nombres de mesa utilizamos lugares que nos han marcado en nuestros viajes”, dicen Aida y Álvaro. “Me encanta todo lo vintage así que me pasé meses recorriendo mercadillos de segunda mano para comprar candelabros plateados para todas las mesas. Además, hicimos unos marca sitios personalizados de cerámica para cada invitado”, continúa la novia.
