¿Un vestido de novia o un look de invitada? Las dos cosas con esta nueva tendencia
Cuando Gemma Sort Chilvers se probó por primera vez el vestido de novia de The Own Studio que llevó en su boda, se enamoró inmediatamente de su silueta minimalista: «Era elegante, tenía un aire desenfadado, pero no dejaba de ser de novia», recuerda sobre aquel día en el que se probó el vestido de seda con cintura vasca –(en inglés llamado basque waist), que presenta un cuerpo acabado en forma de V–, falda larga y cola.
La estilista –e hija de la diseñadora de zapatos Penelope Chilvers– se casó en la Costa Brava, cerca de su casa familiar, en septiembre de 2023. Se quedó prendada de este vestido, en parte, porque sabía que podría volver a usarlo más allá de su gran día. «Pensé: ‘Quedaría genial en otro color'», explica, «ya tenía en mente que no iba a ser un vestido único», zanjó.
Unos meses después de su boda, la novia empezó a buscar a alguien que le tiñera el vestido, pero le costó encontrar alguien confiable. Finalmente, dio con Nicola Killeen Textiles, especializada en la creación de vestuario para televisión, cine, teatro y ballet. «Tuve que darles muchas vueltas para que me lo hicieran», explica. «Obviamente, un vestido de novia es caro, muy sentimental, y las cosas pueden salir mal en el proceso de teñido», relata.
Por suerte, había tela de sobra para hacer una muestra, después de subir el vestido para deshacerse de la cola. «Estoy muy contenta de haber podido probarlo, porque el rosa que elegí originalmente era un poco más brillante de lo que había previsto», dice. «Probamos otra muestra con el color correcto, vimos que el tinte cogía muy bien, y entonces nos pusimos a ello. Quedó increíble», cuenta.
Sort Chilvers estaba tan contenta con el resultado final –un tono rosa bebé inspirado en el vestido de Gwyneth Paltrow para los Oscar de 1999– que se moría de ganas de volver a ponérselo. Finalmente lo utilizó en la boda de su amiga en Sicilia, donde muchos de los invitados reconocieron el vestido. «No puede ser, ¿es tu vestido de novia y lo has vuelto a teñir? Les pareció increíble», dice la estilista, cuyo ahora marido Jake también volvió a teñir su traje de novio.