El último estilismo de Rihanna: de lo ‘boho’ al ‘streetwear’
La cantante de Barbados acudía a los tribunales por una causa abierta a su pareja, A$AP Rocky envuelta en un look que mucho tiene que decirnos en cuanto a tendencias refiere. Punto número uno y el más importante de todos es que Rihanna ha demostrado que se puede convertir en propia una tendencia a priori alejada del estilo que profesamos de forma habitual. Así lo ha hecho incorporando la estética boho-chic –muy alejada de sus inclinaciones urbanas–a su último look.
Rihanna elegía un vestido de Balenciaga en tejido vaporoso de corte ancho y con mangas de campana con uno de los estampados clave esta temporada primavera-verano 2025: el print de serpiente. La casa fundada por el cutourier vasco, Cristóbal Balenciaga, y que actualmente dirige Demna Gvasalia era la artífice del vestido que, además, incluía un lazo en la parte del cuello y tejido plisado en toda la pieza.
Sin miedo al éxito, Riri duplicaba el estampado en diferente color en las botas de Bottega Veneta que no es la primera vez que utiliza. El modelo hasta la rodilla incorporaba punta en pico el fondo sobre el que se dibujaba el print era blanco. Asimismo, portaba el Intrecciato –técnica de trenzado de cuero– propio de la casa italiana en su bolso rectangular de color negro.
Para su look beauty la cantante de Umbrella dejaba su larga cabellera suelta y optaba por alisarse el pelo y la raya al medio. Todo ello lo aderezaba con unas gafas de montura futurista con cristales naranjas y unos pendientes en forma de aros XXL dorados.
Rihanna nunca deja de sorprendernos con su capacidad camaleónica para reinterpretar tendencias sin perder su esencia. Si bien las piezas boho-chic suelen asociarse a siluetas relajadas, estampados románticos y una estética más etérea, Rihanna ha sabido apropiársela a su manera añadiendo los toques urbanos que la mantienen fiel a su identidad. La cantante de Love on the brain lograba que dos mundos aparentemente opuestos conviviesen en armonía. Mientras que el boho suele evocar imágenes de festivales y escenarios más relajados, Rihanna le añadía una dosis de streetwear reforzando una de las máximas más importantes en el vestir: las tendencias son solo puntos de partida y la verdadera magia ocurre cuando se transforman en algo personal.