De tacón, con puntera cerrada y con tiras que se ajustan al talón y al tobillo. Con estas coordenadas, entre las propuestas festivas más interesantes se ha colado una microtendencia que promete apuntar alto de cara a las citas que se avecinan los próximos meses. Así lo hemos visto en las tendencias otoño-invierno 2024-2025 y en colecciones como la de Saint Laurent, con unos zapatos satinados en color oscuro rematados en su empeine con una pieza joya. En una propuesta pensada más bien para el día a día, Bottega Veneta incluye un zapato de piel en color crudo con tiras ajustadas al talón. El tacón, arquitectónico, era más bajo y no era recto, sino que se deslizaba hacia la parte interior de la planta del pie.
Bottega Veneta otoño-invierno 2024-25.
Saint Laurent otoño-invierno 2024-25.
Independientemente de la altura del tacón, el zapato en sí es de sobra conocido ya que lo tenemos vinculado en nuestro imaginario al guardarropa de Lady Di. En concreto, a los zapatos que lució en los 90, en ese giro de 180 grados que dio a su estilo al divorciarse del entonces príncipe Carlos. Más allá de los zapatos con escote almendrado y los bicolor de Chanel, la princesa Diana sumó a sus elegantes conjuntos de chaqueta un zapato sensual y sofisticado, que dejaba el talón a la vista y se ajustaba al talón y el tobillo mediante varias correas. Con estos zapatos asistió, por ejemplo, a la Serpentine Gallery de 1995 con el celebérrimo vestido con escote halter de Catherine Walker.
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A pie de tienda, las opciones que encontramos para estos zapatos destalonados pueden ser de lo más variadas. Zara incluye unos stilettos disponibles en negros y burdeos, de punta fina, perfectos para construir looks de oficina. Dolce & Gabbana opta por unos vestidos de tacón más bajo, acharolados, mientras que Amina Muaddi le da una vuelta al diseño con una puntera más bien cuadrada y un tacón ancho, para las que no quieren renunciar a la comodidad.