Vivier no deja de reinterpretar sus ‘zapatos de puritana’ una y otra vez. Lo vemos en sus hebillas más o menos sobrias (la original es cromada y austera) y sus diferentes formatos, que van de las bailarinas a los mocasines, al estilo con el que se retrataron a los ‘padres peregrinos’ de la futura Estados Unidos. Los ‘pilgrim shoes’ tuvieron su eco en diferentes momentos del s. XX: más allá de los mary-janes, no era raro ver a una mujer en los años 20 luciendo unos zapatos con unas enormes hebillas. Como cuenta Daniel Dellis en As seen in Vogue, junto a los penny loafers formaron parte inherente del armario de los años 60. En 2024 no es difícil encontrar estas hebillas puritanas en botas de Zara o mocasines con tacón, de Jeffrey Campbell.
En Las Trincheras de la moda, André Leon Talley citó el look que lució Marc Jacobs en la Met Gala de 2012, donde posó con un diseño completamente transparente acompañado de unos zapatos puritanos que diseñó para sí mismo (y que previamente incluyó en su propia propuesta de otoño para aquel año). La herencia parte de aquel calzado con hebilla ubicuo del siglo XVII, pero curiosamente, la imagen general que tenemos de aquellos colonos es más reciente. En realidad, las hebillas no formaron parte de su indumentaria, y el tejido negro era todavía demasiado caro para los humildes colonos. “Mucha de la mitología asociada a los peregrinos [en Norteamérica] procede de comienzos de siglo XX, cuando los estadounidenses estuvieron recreando una vez más su identidad en un momento de gran agitación cultural”, explicaba Donna Curtin, directora ejecutiva del Pilgrim Hall Museum de Plymouth (Massachusetts), en un reportaje de History en 2019. “Estados Unidos estaba cambiando con el auge de la producción manufacturera y de la inmigración, cuando muchas personas llegaron para ser norteamericanos”.
Marc Jacobs en la Met Gala de 2012 con unos zapatos tipo ‘Pilgrim’ que diseñó para sí mismo.Lars Niki/Getty Images