Estas faldas con bordados son lo más cool para llevar con chanclas
Esta semana estuve en un almuerzo organizado por la influencer Monikh Dale y Marks & Spencer, y su falda rosa pálido muestra hasta qué punto esta cadena ha consolidado su reputación en la industria de la moda en los últimos años. Lo divertido es que Monikh llegó al evento con otro estilismo, pero al ver a su agente con esta preciosidad rosa brillante, le preguntó si le importaría intercambiar looks. La apoteosis de los celos estilísticos condujo a un intercambio de faldas antes de los entrantes: lo nunca visto.
En Vogue lo llevamos repitiendo desde hace meses: este es el verano de la falda. Las minifaldas, las transparencias con encaje y los estilos bohemios han tomado el relevo de los vestidos. Recorriendo las imágenes de street style de Copenhague, he visto varios looks que retoman la fórmula de camiseta y falda adornada que lució Monikh. Por ejemplo, Jeanette Madsen, directora creativa y cofundadora de Rotate, llevaba una falda con bordados gris y una capa transparente, que combinó con una camiseta blanca de tirantes y sandalias de goma con tacón, en un estilismo que nos recuerda a la Gwyneth Paltrow de los 90.
Edward Berthelot/Getty Images
Estas faldas transparentes o de tul en tonos blancos y rosas, con adornos florales o de encaje, tienen un aire romántico, casi nupcial. Sin embargo, a la hora de combinarlas, la clave está en contrarrestar su preciosismo con básicos prácticos, como una camiseta sin mangas y unas bailarinas o unas chanclas. Se trata de un atuendo muy Prada: Miuccia lleva mucho tiempo apostando por las faldas delicadas de gasa y las transparencias de organza. La colección otoño/invierno 2023 marca la pauta para esta mezcla de piezas preciadas y básicos cotidianos: en ella, Miuccia combinó faldas blancas casi de alta costura con jerséis grises de cuello redondo.
Las faldas que prácticamente dejan la piel al desnudo se han visto por todas partes en las pasarelas en los últimos años: 16Arlington, Givenchy, Prada y Carven, entre otros, han presentado diseños transparentes en organza y tul. Más que una estrategia de choque para la pista de baile, estas faldas transparentes fueron la base para crear un contraste entre prendas básicas prácticas para el día a día y piezas muy delicadas y frágiles que normalmente se reservarían a la noche. Este verano, las transparencias adornadas y femeninas pueden llevar una capa interior para evitar que se vea la ropa interior, pero siguen el mismo principio de estilo. Es una forma sencilla de añadir textura y ligereza a un look.
Puede la falda de tul tenga un toque fantasioso, pero no se irá a ninguna parte cuando llegue septiembre. Llévala ahora con una camiseta de tirantes y unas chanclas, y en otoño con un jersey grueso y unos mocasines.
Nuestra selección de faldas con bordados
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.co.uk. Traducción y adaptación: Carmen Cocina.