Carrie Bradshaw es (y será) la musa estilística a la que siempre recurriremos
Con permiso de la trascendencia social que tiene la revisión de roles y personajes de Sexo en Nueva York, una serie que marcó el cambio de milenio, al César hay que concederle lo que es del César: suyos siguen siendo los estilismos más complejos y magnéticos que hayamos podido ver en una obra audiovisual. Tanto es así, que sus películas casi podrían entenderse como una excusa para seguir ampliando el universo estético que conquistó a cientos de miles de personas, quienes, quizás, soñaron y sueñan con las combinaciones que rozan lo imposible, pero que resultaban tremendamente inspiradoras. Y eso es justo lo que nos ha sucedido con un look muy concreto de la primera película de Sexo en Nueva York, ya que este grita Nochevieja y puede resolver más de un dilema estilístico.
Fue hace ya unos años cuando la cuenta de Instagram Every Outfit on Sex & the City lo recuperó en una de sus publicaciones, y todavía nos sigue siendo inevitable mirarlo con ojos ligeramente analíticos para así extraer unas cuantas claves que poder aplicar estos días de fiestas.
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La importancia del pijama
Hay que admitirlo: aunque las citas fuera son más que numerosas estas semanas, también se pasa una buena cantidad de tiempo en casa. Y, a pesar de que es algo que se ha repetido en bastantes ocasiones, no está de más recordar que el homewear no tiene que ser sinónimo de prendas viejas, desgastadas o que no resultan especialmente apetecibles. Además, Carrie Bradshaw, como buena adelantada a su tiempo, predijo una de las tendencias que marcarían los próximos años. ¿Acaso alguien ha visto un pijama largo tan coquette como este? Desde luego, comodidad y lookazo no están reñidos.
Ojo a los accesorios
Son los que literalmente transformaron este estilismo de Carrie en esta primera cinta de Sexo en Nueva York. En la escena en cuestión, la protagonista está pasando la Nochevieja sola viendo una película y, cuando está durmiendo, una llamada la hace salir de la cama casi tal cual: lo único que cambiaron fueron los zapatos, el bolso y el añadir un abrigo. Quizá llevar el collar de perlas para dormir resulta excesivo (aunque tampoco hay que desdeñarlo una tarde, por ejemplo), pero unas cuantas piezas bien elegidas es lo que consigue elevar un top sencillo y unos prosaicos (y hasta aniñados) pantalones de flores. ¡Y qué decir de los guantes! Los suyos en blanco, le dan ese je ne sais qoui tan Carrie que los hace completamente irresistibles.
Un poco de brillo no daña a nadie
Una fiesta nunca mató a nadie; y un poco de brillo tampoco. Como sabemos, la Navidad es la época oficial de las lentejuelas, pero la cuestión está en saber dosificarlas y en ser muy (pero que muy) conscientes de que no tienen que quedar relegadas a vestidos de noche. ¿Acaso no dan ganas de copiar ese gorrito y llevarlo con unos vaqueros y un jersey?
Busca un buen abrigo
Y si es de pelo sintético o fake fur, mejor que mejor. Los celebérrimos abrigos de nuestra querida Carrie Bradshaw han marcado generaciones y siguen estando en alza hoy en día. Porque, aunque no sean de tú agrado, la versatilidad y ese punto elegante de abrigos de pelo como estos no hay quien se atreva a desmentirlos.