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David Johansen, cantante y último miembro sobreviviente de los New York Dolls, descubrió recientemente que tenía un cáncer en etapa 4. Ayer, por desgracia, su hija Leah Hennessey confirmó que falleció en su casa de Nueva York.
David y su grupo sacudieron el mundo del rock en 1973-74, con su rhythm and blues explosivo y bronca precursor del punk. Sus álbumes en solitario, tanto los que firmó como David Johansen como los de su alter ego Buster Poindexter, quedaron oscurecidos por el fulgor de los dos únicos elepés que lanzaron New York Dolls.
Nacido el 9 de enero de 1950 en Staten Island comenzó su carrera musical con la banda The Vagabond Missionaries a finales de los años 60, antes de formar los Dolls en 1971 con Johnny Thunders, Arthur Kane, Billy Murcia y Rick Rivets. Murcia falleció estúpidamente en una fiesta, y Rivets se marchó para formar The Brats. El primero fue sustituido por Jerry Nolan, el segundo por Sylvain Sylvain.
Ya con su formación clásica, lanzaron dos álbumes de estudio muy influyentes en el devenir del rock, sobre todo el primero «New York Dolls» (1973), producido por Todd Rundgren, y «Too Much Too Soon» (1974), antes de separarse en 1976 y no actuar juntos nuevamente hasta 2004 con una formación muy distinta.
El primer LP de New York Dolls ha quedado como un disco trascendental en la historia del rock and roll que sigue sonando imbatible. El r´n´r- r&b que 1973 necesitaba en canciones como “Pills” o “Trash” o “Personality Crisis” o “Subway Train”, además de los fantásticos 6 minutos de “Frankenstein”, rock and roll con un plus de Rundgren prog a los teclados.
Según el fallecido Sylvain Sylvain, una de las razones por las que el LP influyó en el punk fue la manera en que lo grabó Rundgren: su guitarra en el altavoz izquierdo y la de Johnny Thunders en el lado derecho, orientación que posteriormente adoptaron bandas más jóvenes como Ramones y Sex Pistols.
Rundgren dijo de ese LP: “La ironía es que terminé produciendo el álbum punk seminal, pero nunca se me consideró un productor punk, y los grupos punk nunca me llamaron. Probablemente pensaron que era demasiado caro para lo que buscaban. Pero los Dolls realmente no se consideraban punk”.
El segundo LP del grupo fue más de lo mismo, un disco estupendo pero tal vez sin el impacto tan grande del primero. Aún así llevaba «Chatterbox», «Who Are The Mistery Girls?» y una estupenda versión de «(There’s Gonna Be A) Showdown» de Archie Bell & The Drells.
Johansen continuó con una exitosa carrera en solitario, con algún disco notable como su LP homónimo de debut, rock and roll más estilizado que el de los Dolls, antes de desviarse a finales de los 80 hacia el alter ego Buster Poindexter, un cantante de salón de mal gusto que actuaba regularmente con la banda de Saturday Night Live. En 1987, Johansen tuvo un gran éxito con su canción «Hot Hot Hot».
También se embarcó en una carrera actoral esporádica, apareciendo más notablemente junto a Bill Murray en el clásico de festivales de 1988 «Scrooged». También en «Let It Ride», «Mr. Nanny» y «The Adventures of Pete and Pete».
Varias figuras de la industria musical han rendido homenaje a Johansen, incluido Stevie Van Zandt, que lo ha descrito como «una de las leyendas más singulares de nuestro negocio y un muy buen amigo. Único en su clase».
Morrissey, un viejo fan de los New York Dolls y luego amigo de Johansen, publicó una imagen del fallecido cantante en su sitio web bajo el título «ALL HOLLOW».
RIP David Johansen. One of the most unique legends of our business and a very good friend. One of a kind.
— 🇺🇸🕉🇺🇦🟦Stevie Van Zandt☮️💙 (@StevieVanZandt) March 1, 2025
Hace solo unas semanas, Johansen agradeció a sus fans por su apoyo para recaudar fondos después de que compartiera públicamente su diagnóstico de cáncer. «Hola a todos. Solo quería agradecerles a todos por darnos un gran impulso con nuestra campaña de recaudación de fondos, supongo que lo llamarían así».
“Nunca pedí ayuda en mi vida y últimamente Mara me ha estado enseñando la belleza de pedir ayuda cuando las cosas se ponen difíciles. Eso es lo que estoy haciendo y parece que está funcionando de maravilla”.
A David Johansen le sobreviven su esposa Mara y su hija Leah.