Françoise Hardy sur la plage à Cannes, le 19 janvier 1974. (Photo by Gilbert GIRIBALDI/Gamma-Rapho via Getty Images)GIRIBALDI/Getty Images
A principios de los años 80, su encuentro con el compositor Gabriel Yared insufló nueva vida a su carrera musical. Musique saoule y Tamalou fueron verdaderos éxitos durante esta década festiva en la que la variété francesa estaba en su apogeo.
Sin embargo, Françoise Hardy quiso despedirse de la música con su álbum Décalage, que incluía la canción Partir quand même, compuesta por Jacques Dutronc. A pesar del anuncio de su retirada, Françoise Hardy nunca pudo resistirse a la llamada y volvió a la música una y otra vez.
Años 2000
Henri Salvador, Marc Lavoine, Benjamin Biolay, Alain Delon, Alain Souchon y, por supuesto Jacques Dutronc, todos ellos colaboraron con Françoise Hardy en duetos que marcaron el comienzo del siglo.
En 2008, Hardy publicó sus memorias, tituladas Le Désespoir des singes… et autres bagatelles. El libro fue uno de los más vendidos del año, lo que impulsó a la artista a retomar la pluma con una primera novela, L’Amour fou, en 2012, seguida de un ensayo, Avis non autorisés, en 2015, sobre su vida, su carrera y su enfermedad.