FLETCHER besó a un chico… y le gustó. Sobre esta idea ha girado la (inexistente) campaña promocional del nuevo disco de Cari Fletcher, ‘Would You Still Love Me If You Really Knew Me?’. FLETCHER, icono lésbico, ha descubierto que es bisexual y el primer y único single del disco, ‘Boy’, habla precisamente de eso: «Sé que no lo es que queríais escuchar, sé que no entraba en vuestras apuestas de este año», canta FLETCHER, dirigiéndose, abatida, a su público. Sus fans están desconcertados, pero, como ella misma reconoce en ‘Boy’, ella también lo está.
El sello de FLETCHER, Capitol Records, parece haber reaccionado al «backlash» por el lanzamiento de ‘Boy’ en pleno mes del Orgullo -y su promoción en camisetas oficiales– dejando a su suerte el disco, que se ha publicado un mes después de ‘Boy’ sin el respaldo de un segundo sencillo. Y ‘Boy’ ni siquiera es lo más destacable de este álbum confesional, que podría haber sido mucho más que una soporífera colección de baladas.
Sobre todo porque las letras de FLETCHER, siempre tan honestas y francas, apuntan a una personalidad mucho más divertida de lo que ofrece el estilo de estas canciones. Su adicción a la atención mediática queda graciosamente retratada en la inicial ‘Party’ («me dejo querer porque soy ese tipo de puta»), aunque de esa atención huye en ‘Hi Everyone Leave, Please’, donde analiza su propio lugar en la industria: «Agoté en Radio City, pero no me pinchan en la radio, me hiere el ego ver a todas las chicas del pop subir disparadas hacia la luna, ¿también hace frío ahí arriba?» Aquí la escuela ‘brat‘ (2024) se hace evidente. Y para bien.
Los textos de FLETCHER son igual de vulnerables y directos tanto cuando plantea alejarse de la fama (‘Distance’), como cuando amenaza con “matar” su carrera (‘Don’t Tempt Me’), o cuando admite que necesita un respiro de la vida pública y de la presión de “representar” -uso mis propias palabras- a un colectivo que ahora parece dispuesto a darle la espalda. Sin embargo, en el tema final, ‘Would You Still Love Me?’, otra balada de pianos húmedos y voces reverberadas, deja claro que no se trata de una despedida definitiva, sino solo de un “hasta luego”.
El temor de FLETCHER, al igual que la decepción de algunos de sus fans, son emociones válidas que cada uno procesará a su manera. El problema es que las canciones de «Would You Still Love Me» sucumben a la fórmula baladesca post-Taylor Swift más predecible y recurre a un constante sentimentalismo que huele un poquito a manipulación emocional cuando todas las canciones suenan tan parecidas. Ya sea en un estilo pianístico (‘Chaos’) o con tintes de country (‘Congratulations!’), las melodías se confunden entre sí, perdidas en una atmósfera de reverb y tristeza, que no alcanza a sostener el álbum completo.
Hay en ‘Would You Still Love Me If You Really Knew Me?’ intentos puntuales de romper con la monotonía, como el vals sintético de ‘The Arsonist’, donde FLETCHER asegura dejar atrás sus tendencias pirómanas (a nivel mediático, se entiende). Y ojo porque ‘Good Girl / Gone Girl’, con su hook de sílabas repetidas, es todo un single perdido que, quizá, funcionaría mejor en un estilo electropop. Sin embargo, en «Would You Still Love», esta co-autoría del hitmaker Ilya Salmanzadeh (Ariana Grande, Sam Smith) es solo una gota en un mar de lágrimas.