Lamine Yamal, finalmente, descansará. Un descanso, en cualquier caso, forzado, después de que el Barcelona anunciara este viernes que el 10 estará de baja durante las próximas dos o tres semanas tras recaer de sus molestias en el pubis como consecuencia del esfuerzo que había realizado durante el partido ante el PSG del pasado miércoles: jugó los 90 minutos en un duelo intenso tanto física como futbolísticamente.
Lamine no jugará este domingo con el Barça en el Pizjuán ante el Sevilla y, como confirmó a última hora la Federación, también queda fuera de la lista de convocados de España para los partidos del 11 de octubre ante Georgia en Elche (Estadio Martínez Valero, 20.45) y del 14 de octubre frente a Bulgaria en Valladolid (Estadio José Zorrilla, 20.45), clasificatorios para el Mundial de 2026. Una lista en la que fue incluido este viernes por la mañana por el seleccionador, Luis de la Fuente, antes del comunicado médico del Barça por la tarde y del último de la Federación por la noche. En la convocatoria destaca la presencia de cuatro jugadores del Atlético: Le Normand, Marcos Llorente, Barrios y Baena. La gran ausencia es la del capitán Álvaro Morata. “Es una decisión técnica. Morata sigue siendo muy importante para nosotros y lo será”, explicó el preparador de la Roja.
El necesario descanso de Lamine Yamal no solo se suscribía al campo, sino también se movía en los despachos y especialmente en los banquillos. No se consiguió. Al menos, no todo. Lamine estará de baja, pero continuó el enredo y las acusaciones entre el Barcelona y la Federación.
El fuego cruzado lo inició el pasado 13 de septiembre Hansi Flick. “Es una lástima, porque se fue a la selección con algo de dolor. No ha entrenado nada con la selección. Tomó analgésicos para jugar. Marcaron más de tres goles en cada partido, pero Lamine jugó 73 y 79 minutos en ambos encuentros”, se quejaba el preparador azulgrana después de que Lamine regresara del último parón de selecciones con molestias en el pubis. La Federación, sin embargo, no se quedó callada. Sin contraatacar públicamente, desde Las Rozas se informó: “El Barcelona no puede decir que no hay contacto entre las dos instituciones porque el fisio de Lamine es el mismo en el Barça y en la Federación”.
Al Barcelona le incomodó la situación y buscó rebajar el tono; sobre todo porque entendían que el “cabreo privado de Hansi no tenía por qué hacerse público”. Una tensión que terminaron de apaciguar entre Deco y Karanka, directores deportivos del Barcelona y la selección española. La paz duró hasta que tomó ayer la palabra De la Fuente después de convocar al futbolista. “No hay ningún conflicto con Flick”, se arrancó De la Fuente y todos pensaban que se seguía el guion. Pero no fue así. “Simplemente, sorprendieron esas declaraciones porque él ha sido seleccionador y creía que tenía esa empatía. Él ha sido seleccionador y sabe cómo nos comportamos los jugadores. Pero sin más, cada uno dice lo que tenía que decir”, expresó.
Las palabras de De la Fuente sorprendieron en Las Rozas, pero también en Sant Joan Despí: la prioridad del Barça y de la Federación ya no era la disputa entre sus entrenadores, sino la gestión de minutos de Lamine Yamal. Fueron justamente Deco y Karanka los que habían vuelto a ponerse en contacto para charlar sobre Lamine Yamal y acordar un posible descanso de cara a los compromisos de la Roja de octubre. Un acuerdo que parecía haber quedado sellado después de que Lamine y De la Fuente conversaran vía teléfono. “Nosotros hablamos con todos los jugadores, sabemos cómo están de primera mano. Si un club nos informa de que un jugador tiene algún inconveniente, lo valoramos. Vamos a ver cómo evoluciona Lamine este fin de semana, veremos qué participación tiene”, explicó De la Fuente.
Cuando desde el Barcelona ya daban por hecho que Lamine no sería convocado y el jugador comenzaba a planificar su descanso, De la Fuente lo convocó para los dos próximos partidos de España. “Es inédito”, se sorprendían desde Sant Joan Despí. En la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, por su parte, entendían que, como el jugador había jugado frente al PSG, De la Fuente estaba en disposición de convocarlo. Su idea es que la Roja no tenía por qué verse afectada. “Si Lamine juega ante el Sevilla, puede ser citado”, sostenían en la Federación. Y así sucedió. Más allá de las conversaciones entre todas las partes, Lamine Yamal apareció en la lista.
La puesta en escena duró cinco horas. El tiempo en el que el Barcelona emitió el comunicado para informar de que Lamine Yamal está lesionado y, por lo tanto, ya no había dudas de que no forzaría para jugar ante el Sevilla ni tampoco para ir con la selección, como sí lo había hecho —según fuentes del Barça— en el último parón. “Aquí, el riesgo es riesgo cero. Aquí el que viene, viene sano. En condiciones para jugar. Y cuando se va para su casa es porque hemos valorado que no podía estar aquí porque asumía un riesgo”, aseveró De la Fuente. Por la noche, el jugador fue desconvocado, y la Federación aseguró que había solicitado el informe médico del jugador al club azulgrana el jueves pero que no fue remitido hasta este viernes después de la convocatoria del seleccionador.
El Barcelona defendió sus intereses; la Federación, también. El problema, según entienden desde el entorno del jugador, es que ninguna de las dos instituciones pensó en Lamine: el nombre de Yamal saltó de Barcelona a Madrid, de Flick a De la Fuente, mientras que lo mejor para el futbolista es cultivar el bajo perfil y cuidar su físico. “Necesitaría parar un mes para limpiar todo”, subrayan. Ahora tendrá un descanso.