Gianni Versace se explicó a sí mismo mejor que nadie: «To be superficial, you have to be profondo” (‘Para ser superficial, tienes que ser trascendente’; expresado en una perfecta mezcla de inglés e italiano). Y la exposición que se acaba de inaugurar en el Museo Nacional de Artes Decorativas –y que se podrá visitar hasta el próximo 6 de octubre– confirma dicha máxima de la manera más ilustrativa posible: estableciendo un intenso diálogo entre los diseños del italiano y ciertos objetos –desde jarrones hasta muebles, pasando por joyas y cuadros– que vienen a demostrar que sus piezas y las de otros creadores de diferentes disciplinas eran vasos comunicantes por los que la inspiración circulaba en ambas direcciones.
Las prendas presentes en la muestra –todas procedentes de los fondos del propio museo– pertenecen todos a la línea Atelier, nacida en 1989, el taller a medida que el propio Gianni concebía como un laboratorio de experimentación, donde daba rienda suelta a sus ideas más rompedoras y donde se mezclaban sus influencias culturales y su infinito interés por la historia. «Creo que soy muy clásico», afirmaba en 1994 desvelando que su carácter osado bebía, sin embargo, de las artes más tradicionales. “En la exposición nos interesa sobre todo destacar las fuentes de inspiración de Gianni Versace, su perfil como diseñador y creador de una idea de marca. Este ADN, que tanta presencia tendrá en la moda de los años 90 y en la esencia de la casa partir de entonces, provienen de su estudio de la historia. Esto lo vemos, de manera muy evidente, en la elección de la medusa como logotipo de la compañía, pero también en otras referencias más o menos evidentes, como son las del mundo grecolatino, el arte pop o el barroco. Y, pese a considerarse por muchos como ‘propiedad’ de la casa Versace, lo cierto es que Gianni no hace otra cosa sino recoger las referencias culturales de Occidente y darles un aire ‘moderno’”, revela Jose Luis Díez, comisario de la muestra.
Traje con chaqueta, camiseta y falda roja y pantalón de lentejuelas formando imágenes de Marilyn Monroe.Fabián Álvarez Martín
Traje con colores vivos y dibujos geométricos compuesto de blusa, falda y cinturón.Fabián Álvarez Martín
Traje negro compuesto por camisa sin mangas y adornos de pedrería dorada en cuello, falda con tiras de cuero y adornos Versace y cinturón con adornos dorados Versace.Fabián Álvarez Martín
Traje negro de chaqueta entallada y solapas de color morado y fucsia y falda corta a capas negra, morada y fucsia.Fabián Álvarez Martín
Los looks que forman parte de la muestra proceden todos de una donación particular de una colección de moda contemporánea realizada en el 2001 al museo (3 años antes de se inaugurase el Museo del Traje de Madrid) y está compuesta por más de 180 piezas, entre las que destacan más de 120 vestidos de alta costura de la década de los 80 y los 90 de varias firmas de lujo. Una selección que, además de hablar del gusto personal de la donante, también refleja las corrientes imperantes en la moda en aquellos años. Esto se ve con bastante claridad en los diseños, no solo de Versace, sino de otros diseñadores contemporáneos como Valentino o Coco Chanel, de los que también hay creaciones en la muestra. “Consideraba a Karl Lagerfeld su maestro y lo admiraba por cómo había abordado el legado de Coco Chanel. Afirmaba que todos los diseñadores debían algo a Yves Saint Laurent y la prensa le consideraba la versión hiperbólica de Valentino. Por eso hemos querido dedicar una sala a presentarlo con estos creadores, para entender qué aporta él al diseño de ese momento, además de mostrar otros nombres que están presentes en nuestra colección. Nosotros exhibimos un total de 22 looks, además de un top de su primera colección de alta costura y el pantalón de Marilyn Monroe, pero la donación que se nos hizo en el año 2001 supera los 120 trajes de alta costura. Esta ha sido una de las donaciones más importantes en la historia del Museo Nacional de Artes Decorativas y nos da una excelente lectura de la moda de finales de los años ochenta y principo de los 90 con piezas icónicas de creadores como Valentino, Hubert de Givenchy, Karl Lagefeld, Yves Saint Laurent, Renato Balestra o Emanuel Ungaro, además de Gianni Versace”, explica Díez.
La exposición no solo pone de relieve su fuerte vínculo con las artes decorativas, sino también con las corrientes pictóricas de su época, tal y como confirma el curador: “Gianni Versace es un apasionado de las artes y será un gran coleccionistas de artistas contemporáneos. Es en esa faceta como podemos entender sus homenajes a Andy Warhol, Pablo Picasso o Marc Chagall. No nos representa a Marilyn Monroe o a Elvis Presley, sino la versión que de ellos hace Warhol. Como también sucede en el homenaje a la revista Vogue, una cabecera que ya ha ido un paso más allá y se ha convertido en una referencia cultural”.
Pinjante.Cortesía del Museo Nacional de Artes Decorativas
Gaspar Camps i Junyent Placa El Cafeto, ca. 1920.Cortesía del Museo Nacional de Artes Decorativas
Concha de molusco con talla en camafeo, ca. 1800.Masú del Amo
“Gianni Vesace. Frente al espejo es el resultado de un año de investigación sobre el trabajo del italiano, además de sobre las propias colecciones del Museo Nacional de Artes Decorativas», revela Díez, y añade: «Todos los departamentos se han implicado en encontrar las fuentes de inspiración y referencias que poblaban el moodbard de Versace, con la idea de destacar su labor como investigador”. Sin duda una faceta tan interesante como sus propios diseños.