El color favorito de Gigi Hadid es el amarillo. «Amarillo girasol», especifica mientras nos acomodamos en un sofá gigante del Ritz Nomad. «Para mí es como el color de la vida». Tiene sentido, en realidad –no quiero ponerme en plan esotérico–, pero ella es una especie de personificación del color: optimista, radiante, cálida, con su puntito chillón de vez en cuando.
Hadid añade que en el mundo de los colores, solo hay un tono más exuberante, más lujoso, más intenso que su amado amarillo. «El dorado», dice. «Me recuerda a la realeza, a cosas especiales, a momentos especiales».
Esta noche celebramos uno de esos momentos especiales: Hadid es el rostro de la fragancia Million Gold for Her de Rabanne y lo desvela en un exclusivo evento pop-up en Nueva York. Lleva un traje a rayas con joyas doradas similares en forma al eslabón del frasco facetado del perfume. En su interior, notas de rosa, jazmín y un almizcle mineral se combinan en una fragancia que se mueve entre lo femenino y lo masculino.
Es la nota de jazmín la que conmueve especialmente a Hadid. «Uno de mis primeros recuerdos olfativos fue la valla de mi jardín, que tenía enredaderas de jazmín. Cuando daba el sol directamente en el jazmín, el aire olía increíble».
En honor a ese preciado momento, Hadid compartió sus reglas de oro para la vida. En primer lugar, oler bien: «Totalmente, el caso es que en la Semana de la Moda de París todo el mundo me decía que olía muy bien. Me daba cosa admitir que era Million Gold por no parecer que iba de lista, pero la verdad es que lo uso ¡y huele súper bien!».
Las reglas de oro de Gigi
Para llevar bien el pelo (pase lo que pase)
«Yo me pongo un sombrero porque me gusta la comodidad. Encuentra lo que te haga sentir cómoda con tu pelo de la forma más fácil posible, como una diadema chula, y consíguela en todos los colores. Así que para ir siempre bien peinada, encuentra lo que te favorece y te hace sentir bien sin mucho esfuerzo».
Para regalar
«Si ves algo que te gusta para alguien, cómpraselo, aunque no esté cerca su cumpleaños o la Navidad. Porque cuando llegue el momento de hacerle un regalo, ya te habrás olvidado de la idea. Además, puedes regalárselo en cualquier momento del año. ¿A quién no le gusta un detalle espontáneo?«.
Para comprar ‘vintage’
“Cuando encuentres una pieza vintage realmente especial, ve a por ella. A veces no Vuelves a encontrarla jamás».
Para dar una buena fiesta
«Mi regla de oro para una fiesta es poner siempre una buena tabla de aperitivos. Me encanta poner una tabla enorme, que mezcle salado y dulce, con queso, fruta, pan, embutidos y postres por todas partes. Cubre toda la mesa. La fiesta de mi 26 cumpleaños fue temática, el queso es el oro de la vida».
Para una buena mañana
«Una ducha. Darme una ducha, no sé… me pone las pilas. A cualquier hora del día».