Nadie dijo que amueblar un ático tríplex de 1.600 metros cuadrados fuera fácil. Jeff Bezos, fundador de Amazon y segunda persona más rica del mundo (solo por detrás de Elon Musk), lo sabe y para decorar las 12 habitaciones y los 14 cuartos de baño de su apartamento –ubicado en el número 212 de la Quinta Avenida de Nueva York– ha necesitado a más de una decena de trabajadores y policías para cortar y dirigir el tráfico de un tramo de la exclusiva vía neoyorquina –que ha llenado de barricadas, maquinaria y camiones de empresas de mudanzas– y varias grúas gigantes para subir sus muebles a la última planta del edificio.
Raffi Arslanian, dueño de la empresa de velas de lujo Thompson Ferrier, tiene sus oficinas a una manzana de distancia del ático de Bezos y la mudanza le pilló de camino al trabajo. “Cuando yo compro algún mueble me lo suben con una pequeña grúa, pero Bezos tiene que usar el monstruo ese”, explica Arslanian en un vídeo que ha compartido el New York Post donde puede verse cómo vuelan por los aires los muebles del magnate antes de entrar por alguno de sus enormes ventanales. “No sé qué pensáis vosotros pero esto solo se ve una vez en la vida y quería enseñároslo”, explicaba el empresario en un vídeo que ya alcanza las 970.000 visualizaciones. “Ahora volvamos a la realidad, donde, cuando nos mudamos, lo hacemos nosotros mismos, o en el mejor de los casos, contratamos a una empresa para que lo haga, pero no cortamos la calle”.
“Espero que sepa que Amazon envía muebles a domicilio”, “¿este es un beneficio por ser Prime?“, bromean en los comentarios del vídeo compartido por el New York Post. A pesar de que hay quien se pregunta por el coste de una mudanza de este nivel y tacha este tipo de conducta como un delirio más de multimillonario, otros opinan que el uso de grúas en la Gran Manzana es muy común porque los ascensores no suelen tener espacio suficiente para trasladar muebles y defienden que la de Bezos es la solución más coherente si se lo puede permitir. “No esperarás que Bezos suba él mismo el sofá por las escaleras”, apunta un lector.
Precisamente, el arquitecto y Caballero de la Orden del Imperio Británico John Pawson recordó en una entrevista que concedió a ICON Design en 2017 cómo tuvieron que “cortar Madison Avenue y meter una grúa para colocar cristales de tres alturas” cuando estaban construyendo el buque insignia de Calvin Klein que él mismo diseñó en 1995. “Calvin es muy valiente. Le dije que me gustaría que no hubiera juntas en los cristales de la fachada”, confesó Pawson a esta publicación hace ya ocho años.
En la publicación del New York Post también hay quien comenta que el uso de grúas es de lo más normal en Asia: “En Tokio las mudanzas suelen hacerse así”; “así es como lo hacen habitualmente para el traslado de muebles en Corea. Sinceramente, tiene mucho más sentido que pasar apretujados por ascensores diminutos. Norteamérica está muy atrasada”.
La propiedad neoyorquina de Bezos, por la que pagó 72 millones de euros, está formada por tres pisos unidos y tiene un gimnasio, un simulador de golf, una sala de juegos y otra de cine. Y una mudanza de este calibre, con grúas y cierre de calles de por medio, puede costar 20.000 euros al día. Calderilla para un hombre cuya fortuna alcanza los 223 mil millones de dólares, según Forbes.
“Todos haríamos lo mismo si tuviéramos 100.000 millones de dólares”, o al menos eso opinan en otro de los comentarios del polémico vídeo de la mudanza de Jeff Bezos.
