En el sector agroalimentario español, Migasa representa un caso ejemplar de crecimiento sostenido, visión estratégica y compromiso con el territorio. Esta empresa familiar andaluza, con 90 años de trayectoria, se ha consolidado como líder en la producción y comercialización de aceites de oliva y vegetales, alcanzando el primer puesto en facturación agroalimentaria en Andalucía y posicionándose como el principal exportador de aceite de oliva de España.
Su historia se remonta a principios del siglo XX, cuando Miguel Gallego Núñez, recogiendo la tradición familiar, comenzó a transportar y comercializar aceite de oliva desde muy joven con una clara vocación empresarial de innovación y calidad, estableciendo desde sus comienzos una forma de asociación muy cercana a los agricultores.
Desde entonces, la compañía ha evolucionado hasta convertirse en un grupo empresarial diversificado que opera en múltiples categorías: aceite de oliva, aceite de girasol, aceite de orujo de oliva, mayonesas, salsas, tomates, conservas vegetales, gazpacho, salmorejo, vinagres, aceitunas y todos los tipos de aceites vegetales y ácidos grasos derivados del aceite.

El crecimiento de la firma ha estado siempre vinculado al sector productor olivarero y al agricultor. Su modelo de expansión se ha basado en la incorporación de nuevas marcas y en la creación de alianzas estratégicas con otras empresas familiares y cooperativas agrícolas. Esta estrategia ha permitido al grupo diversificar su oferta y adaptarse a un mercado global cada vez más competitivo, en el que los aceites españoles gozan de un reconocimiento creciente.
Migasa respeta la identidad y el posicionamiento de cada marca que se incorpora a su ecosistema, reforzándolas con recursos y estructuras que les permiten crecer sin perder su esencia. En su entorno de marcas y alianzas empresariales se encuentran Ybarra, La Masía, Musa, Mueloliva, Sandúa, Rafael Salgado, Aceite 1881, Monterreal, Vianeza, Aceites Mestral y Coimbra, entre otras.
Desarrollo rural
La estrategia se orienta en generar valor para todos los agentes de la cadena: agricultores, distribuidores, clientes y consumidores. La compañía trabaja con más de 80.000 familias de agricultores, a quienes apoya para garantizar la sostenibilidad económica y medioambiental de sus explotaciones.
Este enfoque ha permitido a Migasa construir un modelo de negocio sólido, rentable y comprometido con el desarrollo rural. Con más de 1.500 empleados directos y cientos de puestos de trabajo indirectos, la compañía controla todas las fases del proceso productivo, desde la selección de materias primas hasta el envasado y la comercialización, asegurando altos estándares de calidad y trazabilidad.
Hace más de tres décadas, la empresa inició su proceso de internacionalización para ampliar mercados y generar nuevas oportunidades de negocio. Actualmente, la compañía exporta a más de 120 países en los cinco continentes, y cerca del 50% de su facturación proviene de mercados internacionales. Este posicionamiento global ha sido clave para consolidar su liderazgo en el sector oleícola.

I+D y compromiso ambiental
La innovación y la sostenibilidad forman parte de su ADN. La firma ha apostado por la incorporación de tecnologías vinculadas a la industria 4.0 y por la mejora continua de sus procesos para ofrecer productos de alta calidad que contribuyan al bienestar de las personas y al respeto por el medio ambiente.
En 2021, Migasa se convirtió en la primera empresa del sector oleícola en España en obtener el sello De Residuos a Recursos: zero a vertedero en su planta de Alcolea (Córdoba), certificando que más del 95% de sus residuos se reintegran en la industria como materias primas secundarias.
En el ámbito energético, la compañía ha desarrollado un ambicioso plan de autoconsumo. En su planta de Alcolea, una instalación fotovoltaica permite cubrir el 59,2% del consumo energético, lo que evitará la emisión de más de 8.000 toneladas de dióxido de carbono (CO₂) en 25 años.
Este proyecto está siendo replicado en otros centros de producción. Además, ha puesto en marcha, junto a la empresa Coagener, la planta Oleosol en Pilas (Sevilla), la primera instalación industrial de Andalucía que combina energía fotovoltaica con almacenamiento en baterías de gran capacidad -dos megavatios hora (MWh)-.
Esta solución permite cubrir las 24 horas de consumo de la fábrica con energía solar, verter excedentes a la red y ofrecer servicios de regulación, consolidando un modelo energético limpio y replicable.
En línea con su compromiso medioambiental, la compañía firmó en 2024 un acuerdo con la multinacional energética británica BP para suministrar anualmente 40.000 toneladas de subproductos no alimentarios que serán utilizados en la producción de biocombustibles renovables en la refinería de Castellón. Esta colaboración refuerza la apuesta del grupo por la economía circular y la descarbonización de la cadena agroalimentaria.
Migasa también ha impulsado iniciativas para proteger el olivar tradicional, un modelo de cultivo con alto valor ambiental, social y cultural. En colaboración con UPA y Lidl, lanzó el sello Olivar Tradicional, que garantiza un precio justo para los agricultores y promueve prácticas sostenibles. Además, participa en el Grupo Operativo AOVE Tradicional junto a la Universidad de Jaén, la empresa tecnológica Wealize y otras entidades para poner en valor este tipo de cultivo ante el consumidor final.
Con la tercera generación ya incorporada y un proceso de profesionalización consolidado, la compañía mantiene intactos los valores que han guiado su trayectoria: esfuerzo, compromiso, innovación y trabajo en equipo.
Su modelo de empresa familiar con visión a largo plazo le ha permitido adaptarse a los cambios del mercado sin perder su identidad con una visión a largo plazo contribuyendo al desarrollo del campo y al futuro de los agricultores.