-El barrio de Habbous, actual Nueva Medina de Casablanca, es una Medina muy particular que no sigue los patrones habituales al ser construida por los franceses a su llegada a principios del siglo XX. Esta no tiene balcones y su arquitectura está marcada por los estilos art decó y el modernismo. Aquí nos espera el Mahkamat Al-Pasha que se traduce en el Palacio de Justicia del Bajá.
-El Palacio Real de Casablanca es la residencia actual del rey de Marruecos en la ciudad y tanto su fachada como su interior es una gran obra con una fuerte identidad marcada por la arquitectura islámica.
-Imposible pasar por alto la historia de amor protagonizada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en la película Casablanca en nuestra visita. A pesar de que el filme en blanco y negro no se rodó en ningún escenario de la ciudad, tenemos la réplica del famoso Rick’s Café.
–La plaza de las Naciones Unidas fue en su día el gran nexo de unión entre la parte antigua de Casablanca y la nueva colonia francesa.
-La plaza de Mohammed V se presenta como uno de los grandes centros neurálgicos de la ciudad.
-El Parque de la Liga Árabe está considerado como el gran pulmón verde de la urbe. Fue
inaugurado en 1918 y es el enclave perfecto donde descansar a la sombra de las palmeras durante una larga jornada de turismo.
-Diferentes puntos de Casablanca desprenden arte urbano en las fachadas de sus edificios. Desde hace años un marcado movimiento de artistas comenzaron a pintar como una forma de reivindicación y lucha a favor de temas sociales que están de candente actualidad. Hasta el reconocido pintor, escultor y diseñador español Okuda San Miguel, tiene su mural. ¡No hay que dudar en buscarlos!
Cyrille Robin
Royal Mansour Casablanca, dormir como un rey
Fue en abril de este 2024 cuando la esperada segunda apertura de Royal Mansour, abrió sus puertas en la vibrante Casablanca. Lo hizo más de una década después de que su hermano mayor Royal Mansour Marrakech inaugurara en 2010, convirtiéndose en uno de los grandes hoteles de lujo no solo de Marruecos, sino de todo el mundo. No todos los días, se tiene la oportunidad de dormir en un hotel digno de reyes. Y eso es lo que el actual monarca Mohamed VI quiso transmitir en las dos propuestas hoteleras firmadas por el sello Royal Mansour: que todos sus huéspedes se sientan tratados como auténticos reyes a su paso por el país, como si el soberano los estuviera
recibiendo en su propio palacio. Es un acto de hospitalidad, excelencia, afecto, recibimiento y amor por Marruecos en su máxima expresión. Y se comienza a disfrutar desde el primer momento en el que se cruza las puertas de cualquiera de sus hoteles.
