Guía beauty de París: las 5 direcciones imprescindibles
Para los amantes de la cosmética entre los que me incluyo, en la lista de paradas imprescindibles cuando uno viaja a París —además de los monumentos típicos, los barrios característicos y el consecuente café au lait en alguna de sus cientos de terrazas a pie de calle— se encuentran también un puñado de direcciones no tan conocidas, pero igual de ineludibles. En esta guía extraoficial de la capital del Sena el autocuidado prima antes que conseguir una buena foto, y las tardes de compras se traducen en bolsas quizá más pequeñas, pero igual de interesantes que las que se pasean por la Avenida de los Campos Elíseos. Porque no solo de Galeríes Lafayette vive la cosmética parisina y, como no hace falta ser Emily en París para encontrar los mejores spots de la Ciudad de la Luz, he aquí las cinco paradas imprescindibles de una editora de belleza de Vogue para conseguir el mejor souvenir beauty de la ciudad.
#1. Officine Universelle Buly
- 6 Rue Bonaparte 75006 Paris, France.
Una de las boutiques más míticas de París, y también con más historia; una historia que se palpa en cuanto cruzas el umbral de su espacio en Rue Bonaparte (aunque también cuenta con tiendas en Rue de Saintonge, Rue Vieille du Temple o Rue de Sèvres) gracias a sus muebles y revestimientos de nogal pulido, mostradores con encimeras de mármol, grifería antigua, alambiques de boticario y sus icónicos frascos y tarros de cerámica y cristal. Fundada en 1803 por el destacado perfumista Jean-Vincent Bully, la Oficina Universal Buly se ha convertido en una parada obligatoria para todos los amantes de la belleza, que encuentran en sus artículos artesanales, personalizados y del estilo de las farmacias francesas del siglo XIX el souvenir perfecto para llevarse a casa. ¿Su artículo más popular? Baume des Muses, un bálsamo labial repleto de ingredientes vegetales hidratantes, reparadores y protectores —manteca de karité, aceite de ricino, salvado de arroz, cera vegetal de carnauba, aceite de sésamo y aceite de semilla de ciruela— que, además, es personalizable. Podrás escoger el color y textura de la caja, estampar tus iniciales en letras doradas y combinar tu creación con una pequeña bolsa de terciopelo para guardarla. El broche final: un packaging retro coronado con papel de regalo artesanal y una preciosista tarjeta escrita por caligrafistas profesionales.
