Fuller lo suscribe, haciendo hincapié en que la precisión es clave, aunque comparte algunos consejos generales:
Practícalo despacio
«En Pilates no importa lo rápido que realices las repeticiones», dice Fuller. «En su lugar, concéntrate en controlar el movimiento para ayudar a aislar y fortalecer los músculos correctos».
La coordinación mejora con el tiempo
«Todo el mundo se siente torpe cuando prueba el Pilates Reformer por primera vez, pero no dejes que eso te disuada: con cada clase ganarás confianza y notarás la diferencia en tu cuerpo a medida que desarrolles fuerza y tono», dice Fuller. «Hay muchos ejercicios diferentes que irás aprendiendo, ¡así que no te preocupes si no sientes que los dominas en tu primera clase!».
Concéntrate en «apretar»
«Todos los ejercicios están dirigidos a músculos objetivo, así que cuando realices los movimientos, aprieta deliberadamente el músculo objetivo para ejecutar bien el movimiento», explica Fuller. «Cuanto más te concentres en apretar, más efectivo será el ejercicio».
Movimientos habituales del Pilates Reformer
La mayoría de las clases de Pilates Reformer siguen una secuencia que fluye entre una amplia gama de ejercicios y posiciones corporales. Por ejemplo, se puede empezar la clase tumbado boca arriba para realizar una serie de flexiones de piernas denominadas «trabajo de pies», colocar las correas en las manos para realizar una serie de flexiones y abdominales que trabajan el tronco, pasar a una posición de rodillas o sentado para realizar ejercicios de brazos como «servir la bandeja» y «abrazar un árbol», y terminar con estocadas de pie, trabajo de glúteos, círculos de piernas y estiramientos. Sin embargo, existe una variedad casi infinita de ejercicios que se pueden realizar. Un buen instructor debe guiarte a través de cada uno de ellos mediante indicaciones verbales y ajustes prácticos. A continuación, algunos de los más habituales:
Patada de glúteo
Fuller señala que para estos ejercicios, ambos glúteos están involucrados, «un lado para estabilizarte, el otro para dar la patada» y que la pierna debe levantarse a la altura de la cadera, pero solo tan alto como puedas sin arquear la zona lumbar. Empieza por «colocarte a cuatro patas con las manos debajo de los hombros y las rodillas debajo de las caderas, con la columna neutra», instruye Fuller. «Lleva la rodilla de la pierna de apoyo ligeramente hacia dentro para que quede debajo del cuerpo, y levanta la otra rodilla del suelo. Exhala y extiende la pierna levantada hacia atrás. Inhala y vuelve a doblar la pierna hacia dentro, justo debajo de la cadera». Realiza el ejercicio durante 90 segundos y repítelo con la otra pierna.
El puente
Este ejercicio está diseñado para «que ardan» los glúteos. «Túmbate boca arriba y planta los pies planos, separados el ancho de las caderas», explica Quinn. “Comienza levantando lentamente los glúteos hacia arriba y despega gradualmente la columna del suelo hasta llegar a la posición de puente; luego, desciende despacio en el mismo orden.” Para añadir un nivel de dificultad extra, Quinn sugiere intentarlo con una pierna en el aire, alternando ambos lados.
Pilates Reformer en casa
Aunque la máquina reformer es única, puedes obtener beneficios y resultados similares en casa incluso sin ella. «No puedes replicar todas sus funciones exactamente, pero usando algunos accesorios en casa, puedes improvisar ejercicios similares», dice Ahern. Recomienda usar bandas de resistencia largas y un punto de anclaje fuerte, como una columna. «Las bandas de resistencia largas ofrecen resistencia progresiva, igual que los muelles, y pueden usarse como las correas del reformer para ejercicios de brazos con las correas».