Abiertamente feministas y muy vocales en sus redes sociales por la igualdad, ambas han aportado ideas a la construcción de sus personajes. Alma y Greta, pues así se llama la chica a la que interpreta Galle, tienen algo de cada una de ellas. «Nos han dejado y hemos tenido mucha libertad. Había dos directores, una directora, un guionista y una guionista”, explica Galle. “Nos lo repiten mucho y al final son muy conscientes de que la historia va de unas chicas de 18 años y ellos mismos nos dijeron: ‘No hay nadie mejor que pueda contar esto que las propias chicas’. Tuvimos muchísimas reuniones para resolver las zonas grises y aprendimos mucho mutuamente. Se nos escuchó y ahí vimos que en esta industria hay mucha gente que de alguna manera nos quiere tener en consideración y ver cuál es la posición que tenemos”, añade. “Hice un PDF para explicar cómo era la estética de Greta. Me costó convencer, pero lo conseguí. Greta se expresa mucho a través de su estilo. Cuando un personaje está construido físicamente de una manera concreta tú llegas, te lo pones, te maquillan, te peinan y ya está. Entras y cambias el chip” Nicole Wallace apostilla: “No fue como vamos a hacer una serie sobre feminismo porque ahora está de moda. No, están muy involucrados como nosotras”.
Después de darse a conocer al gran público como Raquel en la trilogía A través, también de Netflix, Clara Galle interpreta aquí a la mencionada Greta, una chica lesbiana que vive su sexualidad sin ningún problema. “Yo formo parte de un grupo de chicas que son abiertamente lesbianas y eso no es lo que a ellas las define. Me gustaba mucho el poder hacer ver con Greta que la parte de su trama importante no tiene que ver con su orientación sexual. Cuando tienes que desarrollar un romance entre Alma y otro chico no empiezas porque a ella le gusta él”, explica la actriz. Wallace, por su lado, sufre un cambio de imagen radical en la serie: “Alma es el personaje que más se parece a mí de todos los que he hecho, pero no porque yo tenga un lado rebelde ni sea fumadora o pasota, sino porque creo que es la más honesta y el fuego que la mueve es muy parecido al mío. No tiene filtro y en eso es algo que se asemeja mucho a mí”, comparte. “El cambio físico era parte de ello. Me apetecía muchísimo teñirme y además ya estuve morena hace un montón y me apetecía volver. Raparme la cabeza fue divertidísimo, aunque ahora lo estoy sufriendo, pero en su momento fue superguay”, añade.
