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Uno no nace y, de la noche a la mañana, se pone una camiseta de tirantes y se lía a pegar tiros en el Nakatomi Plaza para convertirse en uno de los grandes héroes de acción del séptimo arte. Hasta el mismísimo Bruce Willis, ahora tristemente retirado por la demencia frontotemporal que le fue diagnosticada hace un par de años, tuvo que empezar apareciendo en un segundo —o tercer plano—… aunque fuese rodeado de algunas de las más grandes estrellas de Hollywood.
Por algo hay que empezar
Cinco años antes de ponerse a las órdenes de John McTiernan en ‘La jungla de cristal’, y tres tras entrar de lleno en los hogares de medio mundo con la eterna ‘Luz de luna’, Willis se rodeó de leyendas compartiendo escena nada menos que con Paul Newman en la magnífica ‘Veredicto final’, dirigida por Sidney Lumet y estrenada en un ya lejano 1982.
El drama judicial, también protagonizado por Charlotte Rampling, rascó cinco nominaciones a los Oscar en las categorías de mejor dirección, mejor película, mejor actor principal, mejor actor de reparto y mejor guión adaptado, y en una de sus escenas puede verse a Willis, sin acreditar, como asistente en la sala de justicia —y, curiosamente, bastante bien iluminado en comparación con otros figurantes de la escena—.
Este fue el tercer papel del actor tras ‘El primer pecado mortal’ y ‘Ein Guru kommt’ —ambas estrenadas en 1980—, y supuso su primera colaboración con Paul Newman, con quien repetiría bajo la dirección de Robert Benton en ‘Ni un pelo de tonto’ en 1994. Un trabajo para el que Bruce Willis decidió bajarse el sueldo hasta el mínimo estipulado por el sindicato de actores, asegurando así su participación en el proyecto.
De hecho, al coincidir en el set de la dramedia nominada a los Oscar al mejor actor principal y al mejor guión adaptado, Willis no dudó en recordar a Newman que ya habían trabajado juntos hacía más de una década. El bueno de Paul, por supuesto, no, se acordaba del encuentro, a lo que Willis reaccionó llevando un VHS con su escena en ‘Veredicto final’. Cosas de leyendas.
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