Hacer crecer tu dinero: el ABC de las inversiones
Comprarse una casa o un coche, hacer un gran viaje, poder ayudar a los hijos en sus estudios, ahorrar de cara a la jubilación o simplemente tener la seguridad de poder acudir a ese “colchón” en caso de emergencia. Los motivos a la hora de invertir y hacer crecer tu dinero son numerosos y tienen como trasfondo, además de lo evidente que es mover nuestros ahorros para que nos den una rentabilidad, la búsqueda de una tranquilidad y de un sentimiento de protección. Porque como afirma Silvia Llorens, economista y coach financiero en Calma Financiera: “El beneficio de tener una situación financiera sólida es lograr una mejor calidad de vida”. Para lograr este control sobre nuestro dinero será fundamental tener consciencia y contar con una educación financiera. Y para lograr el éxito sobre la inversión, a lo anterior habrá que sumarle un buen asesoramiento profesional que nos ayude a elaborar una correcta planificación.
Pero vayamos paso por paso. Así, el primero será tener claro cuál es nuestro objetivo financiero y el plazo en el que esperamos alcanzarlo: si la inversión tiene como objetivo la jubilación, el horizonte temporal será largo, lo que permitirá asumir más riesgos. En cambio, si el objetivo es comprar una casa en los próximos años, es posible que se prefieran opciones más conservadoras para limitar la posibilidad de perder capital. “Es crucial entender que invertir implica riesgos y que, aunque puedas obtener rendimientos, también existe la posibilidad de perder parte del capital. Por ello, es importante que no dependas de ese dinero en situaciones de emergencia, ya que las inversiones pueden ser volátiles y, en algunos casos, podrías necesitar tiempo para recuperar las pérdidas”, afirma tajante Santiago de la Torriente, analista de inversiones.
El principal beneficio de invertir nuestro dinero es evidente, que sea él el que trabaje para nosotros. Y es que, en lugar de dejarlo en una cuenta bancaria con baja rentabilidad, invertir puede generar rendimientos mayores a largo plazo. “Además, las inversiones te ayudan a protegerte de la inflación, ya que, en muchos casos, los activos tienden a crecer en valor con el tiempo. Invertir también te permite diversificar tus fuentes de ingresos y, si lo haces de manera estratégica, puede ofrecerte una seguridad financiera futura, como para tu jubilación”, amplía Santiago.
Cómo invertir para vivir mejor: todo lo que tu dinero puede hacer por ti
Como apuntábamos antes, es importante recordar que las inversiones implican riesgos (de mercado, de liquidez o de crédito) y no siempre garantizan rendimientos positivos. Un riesgo que también puede estar relacionado con la gestión emocional, ya que los altibajos del mercado pueden llevar a tomar decisiones impulsivas, como vender en momentos de caída para evitar mayores pérdidas, lo que podría ser contraproducente a largo plazo. Por tanto, el experto en inversiones cree que es clave mantener una visión a largo plazo, diversificar las inversiones y estar preparado para afrontar los altibajos sin entrar en pánico.
Las inversiones ideales para los que no quieren correr mucho riesgo
Los depósitos o letras del tesoro han sido siempre los instrumentos típicos en España para quienes optan por una inversión de bajo riesgo. Sin embargo, para de la Torriente una excelente opción son los fondos monetarios, desde un punto de vista fiscal y de diversificación. ¿El motivo? Invierten en instrumentos de deuda a corto plazo, como bonos o depósitos bancarios, y suelen ofrecer rendimientos estables y predecibles, ya que proceden de gobiernos y entidades privadas con una solvencia y capacidad de pago muy alta. Actualmente, dado que tenemos unos tipos de interés altos, estos fondos pueden llegar a rendir cerca del 4% anual. Además, son muy líquidos, lo que significa que podemos acceder a nuestro dinero rápidamente si lo necesitamos.
Adicionalmente, se pueden incluir en nuestras carteras fondos de inversión conservadores. Estos combinan bonos y acciones de empresas estables, y según el experto son una buena alternativa, ya que diversifican el riesgo sin exponernos demasiado a la volatilidad del mercado. Algunos ejemplos de acciones estables típicamente son empresas de sectores como salud, servicios públicos o consumo básico. Estas opciones son ideales para quienes buscan seguridad y rentabilidad moderada sin grandes oscilaciones en el valor de la inversión. Desde Banco Santander ofrecen servicios como Santander Corto Plazo, F.I., que va dirigido a inversores con conocimientos básicos que contemplen un horizonte temporal de al menos un año; o Santander Renta Fija Privada, F.I., pensado para aquellos que buscan aprovechar oportunidades en emisiones de deuda pública y corporativa con atractivas rentabilidades bajo un horizonte temporal de al menos cuatro años.