Como en toda cena bien organizada, no faltaron las sorpresas. El ambiente, ya de por sí envolvente, se tornó aún más especial cuando los anfitriones decidieron rendir homenaje al diseñador que el pasado 20 de mayo cumplía 29 años. Era obvio que la ocasión no podía pasar desapercibida. En medio de risas, brindis y velas titilantes, apareció una tarta cubierta de pequeñas conchas –no cabe duda que inspirada en el frasco de Venus, una de las fragancias más emblemáticas de Nina Ricci–. La creación pastelera coronada por un lazo negro fue recibida con aplausos y emoción en celebración de la conexión entre el imaginario del creativo y el de la maison: sensual, romántico y teatral.
Reed no solo visitaba Madrid, sino que Madrid ha sido quien lo ha recibido como a uno de los suyos. La ciudad, con su mezcla única de historia, vanguardia y carácter, lo ha abrazado con la calidez con la que acostumbra a recibir. Un homenaje a un creador que también celebra la belleza en sus múltiples formas a través de sus diseños. Porque Madrid tiene esa cualidad de hacer sentir en casa a quien llega de visita y a quien se queda y Harris Reed, con su sensibilidad exquisita y su mirada libre, no podía haber encontrado mejor escenario para una primera entrevista. ¡Qué sigan las celebraciones!
Cortesía de Nina Ricci