La comedia italiana de relaciones, enredos y estratagemas excesivamente canallas era uno de los grandes fenómenos donde estrellas y cineastas talentosos podían lucirse a gusto. Antes de que la atención del público fuese absorbida del todo por péplums y spaguetti westerns, hubo espacio para que arrasasen piezas disparatadas aunque sofisticadas como ‘Matrimonio a la italiana’.
Mamma mia, here we go again
Marcello Mastroianni pasó del ‘Divorcio a la italiana’ a un tira y afloja matrimonial con una de sus mejores parejas cinematográficas, Sophia Loren. Ambos ofrecen una química sensacional bajo las órdenes de otro gran colaborador como Vittorio De Sica, que firma una de sus películas más memorables y sensacionales que hoy se va a poder ver en televisión a través de La 2 a partir de las 22 horas (también en streaming a través de Filmin).
En el Nápoles de la Segunda Guerra Mundial, el joven y exitoso burgués Domenico Soriano conoce en un prostíbulo a una mujer despampanante que trabaja allí, Filomena Marturano. Su atracción es indudable, y Domenico accede incluso a llevarla a vivir en su casa, aunque se resiste a compartir su vida con ella. Años más tarde, ambos se enredarán de nuevo a través de lazos pasados que quedaron sin resolver.
Como cabría esperar con De Sica de voz creativa, los contrastes con ‘Divorcio a la italiana’ (que viene a la mente por el título y su protagonista) son palpables, aunque complementarios. Incorporando el elemento del paso del tiempo puede enlazar cierta melancolía que sigue siendo un comentario de la fluctuante relación de la sociedad italiana con el matrimonio.
No por ello deja de haber un gran componente de diversión en los enredos que se van planteado, incluyendo una trama de paternidad que años más tarde ‘Mamma Mia!’ optaría por invertir. Aunque los verdaderos momentos ganadores están en cómo Loren exhibe carisma y tiene rifirrafes con Mastroianni, también estupendísimo para hacer simpático a un truhan.
Fue todo un fenómeno en su momento, llegando a ser la segunda película italiana más taquillera de aquel año tras ‘Por un puñado de dólares’ (empezando aquí cierto relevo en el cine italiano) y llegando a los Oscars tanto en la categoría internacional como nominando a Sophia Loren. Hoy día sigue siendo un torbellino irresistible hecho con tanta meticulosidad como fantástico humor.
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