El grupo de aerolíneas IAG no quiere perder comba en Air Europa y ha anunciado esta mañana que mantendrá su participación del 20% ante la próxima entrada de Turkish Airlines en el capital. Para ello, va a acudir a la ampliación que dará acomodo a la turca con un 26%. Globalia, holding turístico de la familia Hidalgo, ha pactado no invertir en la recapitalización, pese a lo que mantendrá el control bajando su paquete accionarial del actual 80% al entorno del 54%.
“La participación de IAG en Air Europa es puramente financiera y, por tanto, la decisión de mantener el porcentaje se ha tomado, igualmente, siguiendo criterios financieros”, indica un portavoz de IAG. El presidente de Air Europa y de Globalia, Juan José Hidalgo, firmó el pasado 19 de agosto el acuerdo vinculante que abre las puertas al gigante aéreo con base en Estambul. Turkish va a invertir 300 millones en la aerolínea española de red a través de un préstamo de 275 millones, que se convertirá posteriormente en capital, y con la compra directa de acciones por otros 25 millones de euros. La incógnita hasta ahora residía en qué haría IAG, enfrascada en el análisis de la portuguesa TAP, de la que el Gobierno de Portugal está vendiendo un 49% del capital.
El conglomerado que agrupa a British Airways, Iberia, Vueling, Aer Lingus y Level, se mantendrá en el actual nivel de participación en Air Europa y, con ello, apuesta por la revalorización de su paquete, asunto que no es menor ante lo empeñado en la aerolínea rival. Además, puede seguir de cerca la evolución de su mayor competidor en Madrid-Barajas, que busca sinergias con Turkish en rutas hacia América y Asia.
IAG no tiene presencia en el consejo de administración de Air Europa, en el que Hidalgo sí ha ofrecido un asiento a Turkish cuando concluya la operación de entrada como segundo accionista. La participación del 20% en manos del holding que lidera Luis Gallego fue tomada por 100 millones de euros en el marco del intento de integración de ambas aerolíneas españolas, que en agosto del año pasado fue suspendido ante lo que IAG vio como una inasumible exigencia de cesiones a otros competidores por parte del órgano de Competencia de la UE. Esos 100 millones de valoración inicial por el 20% pasaron a convertirse en 139 millones al cierre de 2024, y en 191 millones a 30 de junio, antes de que se anunciara el pacto con Turkish.
El incremento de 52 millones en el valor razonable del 20% de Air Europa en los seis primeros meses del año, fue determinado a la vista de los precios cotizados de compañías aéreas comparables y teniendo en cuenta un ajuste por la falta de liquidez de la participación y los resultados de la compañía de los Hidalgo.
IAG tiene millones de euros por recuperar. La retirada del proyecto de compra del 80% que no controla en Air Europa, le costó el año pasado el pago de una compensación de 50 millones a Globalia. Cantidad que se sumó a los 75 millones entregados anteriormente por la paralización de un intento previo de compra acordado en octubre de 2019. Son 125 millones en compensaciones más la inversión de 100 millones por el 20%. La apuesta de 300 millones por parte de Turkish por un 26% de Air Europa, pondría ya el paquete de IAG en unos 230 millones.
Más allá del precio pagado hasta ahora, el movimiento de ficha de IAG justo antes de la pandemia fue estratégico y defensivo: evitó que un competidor aún mayor, como es Air France-KLM, se hiciera con las riendas de Air Europa y plantara cara a Iberia en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Por entonces, ofreció 1.000 millones a los Hidalgo antes del derrumbe de la actividad aérea por el Covid-19.
Recorte de deuda
Air Europa tiene previsto destinar los fondos recibidos en la ampliación de capital a amortizar la deuda contraída durante la crisis sanitaria, en noviembre de 2020, con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). La compañía aérea debe devolver 475 millones antes de que concluya 2026 y su intención es borrar los préstamos de la SEPI (240 millones de crédito participativo y 235 millones de préstamo ordinario) este mismo ejercicio ante su elevado coste financiero. Para ello, también tendrá que utilizar fondos propios.
El aterrizaje de Turkish Airlines en la aerolínea de Globalia, con IAG como espectador activo, debe pasar el filtro de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex) del Gobierno, en la que se sientan representantes de distintos ministerios. El examen, con capacidad de veto, se produce al rebasarse la toma del 10% de una empresa considerada estratégica. También entra en juego en este caso la Comisión Europea, que debe revisar si este movimiento choca con el reglamento 2022/2560 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las subvenciones extranjeras que distorsionan el mercado interior.
El calendario de la operación otorga entre seis y 12 meses para la obtención de todos los permisos necesarios. Turkish está siendo asesorada en este proceso por BNP y el bufete Pérez-Llorca.
Entre los argumentos que ha esgrimido Air Europa para asociarse con la turca está el de la capacidad de esta última: su flota suma 497 aviones (Air Europa opera con 57); goza de gran capacidad de acceso a nuevos aviones de Airbus y Boeing, y manda en uno de los principales hubs con vistas a Asia, el aeropuerto de Estambul. El aeropuerto IGA tiene como objetivo llegar a los 200 millones de viajeros al año con Turkish como principal usuaria.
La que será segunda accionista de Air Europa, por encima de IAG, ya opera seis destinos en España, con la suma de Sevilla a Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y Málaga. Su actividad en este país, que busca incrementar, se tradujo en 1,53 millones de viajeros hacia o desde España el año pasado, lo que supuso un crecimiento del 8,2% respecto a 2023 y del 27,3% frente al ejercicio previo a la pandemia.
Otra punto relevante para Air Europa es el del posible refuerzo en el mantenimiento de aviones, maximizando el uso de su hangar de Madrid-Barajas, abierto en enero de 2024, y el que tiene en Palma de Mallorca. Turkish, que también traspasaría conocimiento en la actividad de mantenimiento, encontrará en su futura participada una plataforma en el Mediterráneo occidental para los cuidados de parte de su medio millar de aparatos.
Juan José Hidalgo se ha mostrado encantado de tener a dos de los mayores actores del sector aéreo en Air Europa, pero no esconde que al considera un verdadero socio es al nuevo entrante. Su compañía ha remontado desde una severa crisis en los años de la pandemia y concluyó 2024 con unos ingresos de 2.932 millones, un 6,4% más altos que los de 2023. En un ejercicio positivo para el tráfico aéreo, el beneficio antes de impuestos alcanzó 116 millones, un 7% por encima del resultado de 2023 y el triple de lo cosechado en 2019.