La nueva colección de otoño-invierno 2024/2025 de Adolfo Domínguez es toda una oda al minimalismo a través de los colores neutros, los cortes limpios y las prendas ‘genderless’
El desfile de Adolfo Domínguez en el que la marca presentó su colección para el próximo otoño-invierno 2024/2025 tuvo lugar en centro cultural La Moneda en Santiago de Chile y fue retransmitido en directo en más de 29 países. En España fue a través de la cuenta de Instagram de Vogue donde pudimos disfrutar de la propuesta del gigante gallego. Una vez sentados todos lo asistentes la música inundó con las notas sonoras el lugar y un conjunto de bailarines aparecieron con movimiento hipnóticos que dejó anonadado al personal anunciando así el comienzo de la presentación.
Cortesía de Adolfo Domínguez | MONCADA
El uso de colores neutros predominó en la totalidad de la colección, erigiéndose como los principales protagonistas en términos de color. Las prendas estuvieron definidas principalmente por tonos como el blanco, el negro, el gris y los marrones, que ofrecieron una base versátil y sofisticada a los diferentes looks. Asimismo se incorporaron cuidadosamente algunos colores más vibrantes como el verde oliva, el azul bebé, aportando frescura y suavidad, el azul Klein, con su intensidad y profundidad, y ciertos matices de rojo, que infundieron energía a las mezclas. Estos colores elevaron la base neutra sobre la que se sostuvo el total de la colección de Adolfo Domínguez.
La colección se inclinaba por una clara predilección hacia las formas estructuradas y las líneas clásicas, fusionando lo sartorial con un enfoque casi arquitectónico en el que las asimetrías y la maestría en el patronaje jugaron un papel fundamental. Los diseños destacaron por cortes impecables que, a través de su simplicidad, logran una estética refinada y muy precisa que dejaba a un lado el género para enfocarse en el carácter de las piezas. Ello resaltó la maestría en la confección y en la presencia de prendas tipificadas tradicionalmente como femeninas –el caso de la falda– que se incorporaban de forma natural a los estilismos masculinos. “Llevamos casi 50 años diseñando ropa para la inmensa minoría y así queremos que pueda disfrutarse en nuestros desfiles. Sin barreras ni puertas cerradas”, comentaba Patricia Alonso, directora corporativa de Marketing y Comunicación de Adolfo Domínguez.
La influencia de los estilismos japoneses fue evidente en los cortes rectos que dominaron la colección, reflejando una inclinación hacia la pureza de las líneas y la funcionalidad en el diseño. También los guiños al kimono nipón y las reinterpretaciones del mismo estuvieron presentes. La colección adopta este minimalismo japonés, donde cada línea y cada forma están pensadas para crear una estética que es sencilla, sofisticada y vanguardista al mismo tiempo. La cultura nipona, estuvo plasmada en estampados y piezas en las que no faltaron los tejidos arrugados, volantes y cortes asimétricos.