Imaginarium vuelve a abrir su pequeña puerta. Al menos, dentro de las tiendas de Juguettos. La marca aragonesa, que durante años marcó la tendencia en juguetes para niños a partir de recién nacidos, y que llegó a tener 400 tiendas, a operar en 20 países y a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), vuelve a funcionar tras su quiebra en 2024, incapaz de hacer frente a su pasivo.
Juguettos, la cooperativa alicantina de jugueterías, rescató la marca el año pasado por un precio de 240.000 euros. Un año después, incorpora Imaginarium como una sección dentro del 90% de su red de 257 tiendas, y con un surtido propio de 193 referencias. “Lo hemos hecho en tiempo récord”, reconoce el director general de Juguettos, José Luis Díaz Mariscal. “Ya trabajábamos en primera infancia, pero con la compra de Imaginarium lo reforzamos más”, añade.

El ejecutivo espera que la contribución de la marca sea significativa durante los próximos años. Para este año, espera que aporte el 5% de la facturación total de Juguettos, que se estima en 165 millones de euros, lo que equivaldrá a un crecimiento superior al 6%, marcando un nuevo récord para la cooperativa, compuesta por 37 socios. “A futuro esperamos que llegue a representar entre el 10% y el 15% de la facturación. Será lo que los clientes quieran”, explica.
Eso incluye la posibilidad de abrir tiendas exclusivas bajo la marca Imaginarium. “Estamos abiertos a cualquier posibilidad, pero con prudencia financiera. Tiene que ser una opción que nos transmitan los clientes. Si quieren un espacio fuera de Juguettos, se hará. Entre los socios hablamos con transparencia absoluta”, dice Díaz Mariscal, en la empresa desde 2022.
Por el momento, Imaginarium se ha integrado como sección, desde módulos mínimos hasta espacios de entre 50 y 60 metros cuadrados en las tiendas de Juguettos de mayor tamaño. Es en esas donde los niños podrán seguir pasando por debajo de la emblemática puerta pequeña. “La gente tenía mucho cariño a la marca. Pensamos que su problema fue no adaptarse a la parte digital. Y la expansión desarbolada que hizo, con 300 tiendas en otros países, no siguió ese principio de disciplina financiera, lo que le llevó a una deuda grande”. A ello se suma la reducción de la natalidad, y por tanto, de clientes objetivos para las jugueterías. “No cubrían con suficientes ingresos la deuda que tenían”, dice el director general de Juguettos, que valora la fuerza de los productos de marca propia o la formación que Imaginarium daba a su plantilla. “Entendía su negocio como desarrollo para los niños, no como juguetes. Eso es algo que hizo muy bien”.
Juguettos, además de Imaginarium, adquirió el año pasado nueve tiendas Poly, cerradas también por la quiebra del operador. “Ya están aportando una facturación y un beneficio a los socios que las cogieron”, dice Díaz Mariscal. Dos casos, los de Imaginarium y Poly, que muestran el momento que atraviesa el sector juguetero, aunque Juguettos se mantiene inmune a estos efectos. “Nos hemos anticipado a los cambios que venían. Sobre todo, con la bajada de la natalidad, diversificamos: impulsamos el mercado del coleccionismo para adultos, por ejemplo. Y no hemos cometido locuras. Siempre hemos sido muy prudentes con los criterios de expansión. Cada cosa se ha hecho primando la supervivencia de la cooperativa y dar continuidad a las generaciones que vienen”.
La campaña de Navidad se presenta con optimismo. Juguettos estima un crecimiento para la misma de entre le 8% y el 10%. “La inercia del año nos hace pensar que la campaña se comportará igual”. En su caso, la Navidad representa el 48% de la facturación del año, un porcentaje relativamente bajo, teniendo en cuenta la naturaleza del negocio.
