Otra lección de estilo de la mano de Inés de Ramón
Sofisticada sin esfuerzo, abanderada de lo effortless y con un estilo que mezcla sensualidad relajada y una elegancia completamente depurada, Inés de Ramón se está consolidando como una de las it girls más aduladas del panorama actual. Lejos del ruido mediático y con una estética que rehúye lo obvio, la actual pareja de Brad Pitt ha comenzado a captar todas las miradas en alfombras rojas y eventos clave gracias a un estilo limpio, minimalista y muy chic. Su presencia no solo confirma que es mucho más que “la novia de”, sino que encarna a la perfección el nuevo ideal de estilo: sofisticado y muy auténtico.
Su última aparición en Nueva York no ha hecho más que reafirmar todo lo anterior. En su salida por la Gran Manzana junto a Brad Pitt, Inés apostaba un look que no solo es estéticamente impecable, sino que apunta a ser una de las combinaciones clave de las insiders para este verano 2025. Hablamos del gesto de superponer un vestido sobre unos pantalones, una fórmula que regresa con fuerza desde los archivos de estilo de los 2000, pero reinventada desde una óptica mucho más contemporánea.
Inés elegía por un conjunto monocromático en tejido de punto blanco, compuesto por un pantalón de pata ancha tipo elefante y una parte superior en forma de vestido con tirantes anchos y escote redondo con bajos de flecos que aportaban movimiento y un aire ligeramente bohemio al conjunto. La elección del blanco total exaltaba la elegancia del look y reforzaba esa sensación de pureza visual tan asociada al lujo silencioso por el que apuesta de forma constante la empresaria.
El gesto clave radicaba en la combinación –ya no tan inesperada– del vestido como una capa superior sobre el pantalón, es decir, en apostar por vestir por capas. Esta técnica, conocida como layering, se eleva como el truco más factible ya avalado por las que más saben de moda y por las que más entienden de estilismos para acertar. Su finalidad es crear un juego de proporciones y longitudes que estiliza y, al mismo tiempo, renueva el concepto de ambas piezas al llevarlas en conjunto. ¿El resultado? Un estilismo equilibrado, fresco y sorprendente. Para coronar el estilismo, Inés de Ramón optaba por un bolso y unos peep-toes en marrón que elevaron y a la vez relajaron su co-ord.