Jamie Dornan en la bañera. Esa es la forma más sencilla de describir la nueva campaña de Perfumes Loewe, que muestra al galán irlandés tumbado en la bañera, la mirada ardiente y el pelo oscuro mojado. Rodada por David Sims («es un genio», dice Jamie) en Villa Savoye, la obra maestra modernista de Le Corbusier, la campaña constituye el regreso a la profesión de modelo de de Dornan. “Probablemente ahora sea un poco menos inseguro que cuando tenía 20 años y hacía esas cosas”, concede. «Me siento muy a gusto con el equipo de Loewe: que Jonathan (Anderson) y yo provengamos del mismo lugar me hace sentir muy cómodo. La gente está hablando mucho de Loewe últimamente, así que es un privilegio formar parte de ello con este pequeño papel«.
Ya vemos que domina el posado en la bañera a la perfección, pero en el día a día, ¿es de los que se bañan o de los que se duchan? Desde una habitación de hotel en Bélgica, donde está rodando The Undertow, Dornan explica que se acaba de cambiar de habitación porque la que le dieron no tenía bañera. Y que le encanta darse lo que él llama “un baño de ópera”.
«Un amigo al que quiero mucho vino una vez a cenar a casa. Cuando se iba, dijo que iba a darse «‘un baño de ópera’ y me preguntó si lo había hecho alguna vez», cuenta riendo. Su respuesta, añade, fue “no”: estaba desconcertado. «El concepto es bastante literal: preparas el baño con burbujas (a mí me encanta el gel de lavanda), pones los altavoces a tope y escuchas ópera. A lo mejor cae una botellita de vino tinto y un bol de M&Ms. Lo he hecho varias veces. Es un capricho bastante ridículo, pero si estoy rodando fuera suelo hacer estas cosas, porque mis hijos no pueden entrar a molestarme». Con todo, señala, ducharse «es más cómodo» .
El vídeo de la campaña de Loewe, coprotagonizado por la actriz Sophie Wilde, es un homenaje a la naturaleza, y en él aparece también un jardinero sin camiseta. A Dornan también le entusiasma estar al aire libre: «Me encanta el golf. El fin de semana pasado estuve jugando en Donegal, uno de los lugares más bonitos del noroeste de Irlanda», nos cuenta. Para quien le interese, su hándicap en este deporte es nueve. «No hay muchos deportes con los que puedas pasear con tus amigos por paisajes preciosos durante cuatro horas. Es una suerte proceder de la isla donde nací: la belleza te rodea por todas partes. Tenía muchas ganas de volver a Irlanda porque llevo más de seis meses con este trabajo. No soy Frank de la Jungla, pero me gusta estar al aire libre».
