Jenna Ortega se toma el café exactamente como uno se lo imagina: «Solo», dice en tono declarativo, envuelta en el albornoz gris del hotel y con la cabeza perfectamente despeinada. «Siempre solo. Puedo tomarme un espresso o un americano; según el tiempo que haga, puede que le ponga hielo. Pero cuando estoy en casa, lo primero es el café antes de ir al baño a lavarme los dientes».
Normal que necesite cafeína. Esa mañana a primera hora en el barrio londinense de Westminster, a ocho horas de su hogar en la Costa Oeste, es el comienzo de lo que está a punto de ser una ajetreada gira de prensa por la segunda temporada de Miércoles, de Netflix y Tim Burton . A lo largo de la gira por cinco ciudades, todos los looks de belleza de Ortega –creados por la maquilladora Melanie Inglessis y el peluquero César Deleón Ramírez– tienen algo en común, un secreto. La actriz, embajador del maquillaje Dior, ha estado probando la nueva barra de labios de la maison, Rouge Dior On Stage. Los tonos pigmentados están pensados para durar 24 horas, así que nos parece justo que nos quedemos con ella todo ese día para comprobarlo (lamentablemente, no habrá confesiones de alcoba).