Jennifer Lopez puso punto final a su gira internacional a finales de agosto: una serie de espectáculos donde nos brindó tantas canciones pop como grandes momentos de belleza. Uñas cromadas extralargas con adornos en 3D inspirados en Nueva York y descomunales peinados para toda esa puesta en escena capilar.
Desde entonces, J Lo ha pasado los últimos coletazos del verano disfrutando de los tonos melocotón más jugosos de la temporada. Desde eventos de gala hasta los Hamptons, la actriz y estrella del pop ha optado por manicuras en tonos pastel con sus vestidos fluidos y florales de Cavalli, y por delicados tonos nude para complementar sus looks vaqueros o más informales.
Pero tal como su artista de uñas, Tom Bachik, y la propia Jennifer saben, el otoño trae consigo la semana de la moda, la temporada de premios, eventos de gala y asuntos más glamoroso, y la cantante necesita que su manicura esté a la altura.
López acudió a la proyección de su película El beso de la mujer araña enfundada en un escultural y elegante abrigo beige y una vaporosa falda de seda de Harith Hashim. A juego con su look de alto voltaje, Bachik pintó las uñas de López en un rojo intenso, cambiando sus tonos más veraniegos y los detalles cromados por algo más otoñal.
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Para conseguir el look, Bachik siempre empieza creando una base de manicura impecable con sus fieles herramientas Tweezerman. Para conceptualizar esta vibra “vamp” utilizó una mezcla de Gel Couleurs de Apres Nails en dos tonos muy pigmentados: «Midnight Shadow» y «Never Bordeaux». Para terminar, Bachik añadió una capa de brillo de su propia gama Click Colors: el tono «Super Clear».
Bachik es, por supuesto, el artista de uñas favorito de Lopez desde hace más de 15 años, pero también trabaja a menudo con Selena Gomez, que también suele marcar tendencia en cuestión de uñas. A lo largo del verano, Bachik le hizo manicuras francesas clásicas con un toque de rojo, uñas de jabón e incluso la manicura “desnuda” para sus uñas de compromiso. Cuando el verano empezó a dar paso al otoño, optaron por unas uñas de color moka rosado, muy femeninas y perfectas para el entretiempo, y luego por una cálida manicura «tostada», casi cobriza, que pronto será tendencia.