Jennifer Lopez tiene uno de los estilos más arriesgados de Hollywood y eso es lo que la ha convertido en un icono. La intérprete cuenta con un armario lleno de prendas sorprendentes, donde la monotonía no es una opción. Y como era de esperar, su aparición en los American Music Awards (AMAs) se aleja de lo cotidiano.
Este año ha marcado un antes y un después en el vestuario de Lopez, con conjuntos tan difíciles de llevar como en tendencia. Monos rosas al más puro estilo Y2K o escotes infinitos, que la neoyorquina ha llevado en cada aparición pública. Un escalón más para alejarse de los elementos casuales, y hacer, además, que parezca sencillo conjuntar cuero con cuero o lucir cut-outs. Si hablamos de eventos, el maximalismo es el rey.
En el caso de los AMAs de este año, la cantante se convirtió en un pilar fundamental para la gala, al ser la anfitriona y también la responsable de una de las actuaciones más memorables de la noche. Una serie de responsabilidades que traían consigo una estela de looks casi infinita, con cambios de estilismo acordes a cada momento. Todos ellos, manteniendo la esencia de JLo intacta. No faltaron las lentejuelas, los colores vibrantes y los flecos, parte ya de su ADN.
Aun así, uno de los vestidos con los que Jennifer Lopez posó ante las cámaras destacó frente al resto, al aunar dos de las tendencias más populares de esta primavera-verano 2025. En primer lugar, el boho, que llevaba a su terreno. Mantenía el color marrón inherente a la estética y el característico tejido fluido que se cuela en los diseños, adaptándolo, eso sí, a través de aberturas en el escote y los laterales. La segunda tendencia no era otra que los detalles metálicos que se incorporaban a la silueta, y que este verano estarán por todas partes.
Si en el vestido de JLo, de la firma Defaïence, servían para unir el escote (y darle de paso un toque enjoyado), en tops básicos son capaces de adornar los hombros con detalles plateados y dorados en los tirantes o sustituir los botones por formas metálicas. Una forma sencilla de adaptar la tendencia a outfits híper elegantes, dejando claro que hay opciones para todo el mundo. También para combinar con vaqueros y llevar a la oficina. Por su parte, Jennifer Lopez la unía a unas sandalias de tacón doradas, que acompañaba con joyas minimalistas. Unos pendientes largos y un brazalete eran todo lo que hacía falta para completarlo, dejando que el vestido fuera el centro de atención.
