Nadie como Jonas Brothers para ofrecer una buena dosis de optimismo americano en su séptimo disco. Kevin, Joe y Nick traen melodías, armonías y fusiones guitarreras-sintéticas por doquier. Su propuesta puede no ser la más original, incluso puede pasarse de nostálgica en algunos momentos, pero ‘Greetings From Your Hometown’ destaca por su cohesión y su eficiencia compositiva.
Ese optimismo lleva a Jonas Brothers a expresar su felicidad a los cuatro vientos en las eufóricas ‘I Can’t Lose’ o ‘Love Me to Heaven’, una recreación de ‘Dancing in the Dark’ de Bruce Springsteen tan descarada como efectiva. La nostalgia forma parte del núcleo del álbum, ya que Jonas Brothers lo conciben como un homenaje a su ciudad y a los artistas que crecieron escuchando.
Dentro de este poco imaginativo concepto cabe un simpático sample de ‘Stayin’ Alive’ de Bee Gees en ‘No Time to Talk’, la concesión disco del álbum, mientras el tipo de baterías, guitarras y teclados empleados en la instrumentación evoca la música que en los años 80 componían artistas como Bryan Adams, Phil Collins, Sting o Bon Jovi. Muchas pistas de ‘Greetings From Your Hometown’, como el midtempo ‘Backwards’, utilizan acordes extremadamente familiares que evocan una sensación de seguridad y confort, como estar en casa.
Aunque no todas las ideas -como el falsete de los hermanos- funcionan igual de bien. El optimismo exacerbado de ‘Greetings From Your Hometown’ se va agotando a medida que avanza el disco y los himnos parecen cada vez más escasos. Por otro lado, la balada a piano ‘Loved You Better’ es correcta, pero el vocalista invitado, Dean Lewis, utiliza un vibrato exagerado y su voz no destaca demasiado entre la de los hermanos. ‘Waste No Time’ intenta aportar variedad introduciendo influencias reggae, pero son demasiado sutiles.
Entre pistas apañadas como ‘Tables’, igualmente llena de esperanza («podemos empezar de nuevo y que se cambien las tornas») y números acústicos poco memorables como ‘When You Know’, destaca el vocoder de ‘Bully’, que no ha sido grabada a tiempo para ser incluida en las ediciones físicas del disco. Además, hay que subrayar la lograda coherencia del álbum, que se permite cerrar con el pegadizo single con Marshemllo ‘Slow Motion’ sin que suene desubicado.