El juego de tronos no para y la última noticia acabamos de saberla hace apenas minutos: Jonathan Anderson asumirá la dirección creativa de Dior tras dejar su puesto como director creativo de Loewe a principios de año y después del anuncio de su puesto como director creativo de la división masculina de Dior. Un nuevo baile de sillas que marca el inicio de una nueva era para la icónica casa francesa bajo la visión de uno de los diseñadores más innovadores de su generación.
“Es un gran honor unirme a la Casa Dior como Director Creativo de las colecciones de mujer y hombre. Siempre me ha inspirado la rica historia de esta maison, su profundidad y empatía. Espero con ilusión trabajar junto a sus legendarios talleres para crear el siguiente capítulo de esta increíble historia”, escribía el diseñador en sus redes esta mañana. Delphine Arnault, por su parte, compartía con Vogue Business el hito que supone, también para Dior, la llegada de Anderson: “La maison no ha tenido un solo director creativo desde la época de Christian Dior, y creemos que este es el momento oportuno para hacer este nombramiento. Jonathan es el diseñador más talentoso de su generación”, declaraba la directora ejecutiva de LVMH en su entrevista con la web.
Nacido en Irlanda del Norte en 1984, Anderson es considerado uno de los diseñadores más influyentes de la historia reciente. Tras fundar su propia marca, JW Anderson, en 2008, su enfoque en la moda unisex, experimental y conceptual le ha valido el reconocimiento de la crítica y una base de seguidores que lo ha llevado hasta lo más alto (según la web Growjo en 2023 su revenue alcanzó los 49 millones de dólares).
En 2013, Anderson fue nombrado director creativo de Loewe, perteneciente al conglomerado de lujo LVMH. Bajo su liderazgo, la firma logró revitalizarse, enfocándose en la artesanía, la innovación técnica y un sentido de modernidad que convenció tanto a críticos como a consumidores. A lo largo de estos 11 años, Anderson transformó a Loewe en una de las firmas más destacadas del grupo, manteniendo un equilibrio entre la tradición artesanal española y su reconocible estética contemporánea, todo ello mientras seguía dirigiendo su propia firma homónima. Una habilidad, la de combinar lo clásico con lo radicalmente nuevo, que lo convierte en una elección sorprendente pero tremendamente excitante para una casa como Dior.
