El pasado viernes se celebraba en Madrid la primera jornada de Kalorama, también había un festival gratuito en Matadero con artistas internacionales del nivel de Sofia Kourtesis, Dorian actuaban con Miranda! en el Parque Enrique Tierno Galván y por supuesto había todo tipo de convocatorias underground en salas como Wurlitzer. En El Sol, la opción era un programa doble de joseluis con Casero también muy tentador y ambos lograron congregar a un par de cientos de personas.
joseluis actuaba por primera vez en Madrid y la expectación era considerable para quienes entendemos en ‘Por ahora para siempre‘ uno de los mejores álbumes de 2025. Más de uno ha de pensar lo mismo que Bunbury y yo a juzgar por cómo se empiezan a tararear algunos estribillos, cómo se jalean las canciones favoritas al empezar y al terminar, y cuántos vinilos se vendieron al final. Un termómetro infalible el del éxito de un puesto de merchandising: joseluis firmó discos y se hizo fotos durante un cuarto de hora largo tras terminar su set.
Él mismo no se había vendido muy bien en las entrevistas previas, afirmando que como guitarrista, va «justo». Solo estaba intentando contener un hype. Las canciones de su primer disco que mejor sonaron en vivo fueron las que más se acercan al grunge de los 90. ‘Fortuna’, ‘Dónde estás’, ‘Accidente’… sonaron correctas en el formato trío -él mismo a la guitarra, un bajista/teclista y un batería- por el que de momento opta joseluis. Otras que tienen un carácter más acústico, que cuentan con pasajes distintos en la misma pista o que en el disco cuentan con cuerdas, como ‘Todo lo malo’ o ‘La gravedad‘, sí que agradecerían la presencia de un músico extra para adquirir más músculo.
También hay que tener en cuenta que esta era la primera vez que el artista interpretaba en vivo algunas canciones, como fue el caso de ‘Alguien con mi nombre’. Así que de momento lo que hay que destacar es que José Luis Beltrán lo tiene. Tiene voz para llenar una sala como El Sol, tiene la actitud para chulear al público (al final de ‘Accidente’ lanzó un besito), tiene a la vez la humildad para reconocer frente al respetable que está emocionado de recibir tantos aplausos y vítores, y tiene la ambigüedad. Lo digo porque muchas de las frases de sus canciones, en especial ‘Miedo de un país’ o ‘Todo lo malo’ parecían de repente hablar de la actualidad nacional. «Lo último que quiero es la verdad», cantaba él, y tú pensabas: «pues la verdad que sí».
Paranoias aparte, la hora de concierto de joseluis resultó muy amena, sin versiones ni concesiones, tan sólo recurriendo, como él mismo explicó, a las 12 canciones escritas de su puño y letra que tiene publicadas. Las últimas fueron ‘Fortuna’ y ‘Navajas de Albacete’, de la que hasta se vio una camiseta de fan, amateur. Un show de lo más presentable en fiestas populares y festivales este verano, que ciertos promotores ya están tardando en contratar. 8,5.

Casero actuó antes, aunque podía haberlo hecho después. Tanto daba. El proyecto de Gabriela Casero apostó, quizá dadas las circunstancias, por un formato de cuarteto pop-rock, acompañada de una guitarrista, una bajista y un batería. Sin los matices electrónicos de algunas de sus producciones más populares, como ‘Cuanto más’, las composiciones no decayeron, sino que resultaron igual de frescas.
Y eso que ella no parecía estar pasando su mejor momento en lo personal. «Estoy triste, este maquillaje no es casualidad», confesó sobre los motivos negros en forma de lágrima emo que había escogido. A su vez, también se reconoció «hipocondríaca», revelando que le dolía una pierna. Nada que se notara en la interpretación de su set, del que ella llegó a afirmar que «le daban igual los gallos» que le pudieran salir en ‘Islas desiertas‘, porque estaba muy tranquila. Algo que consiguió transmitir. Lo de Casero cada vez es menos «casero» y más profesional. 7,5.