Lo cierto es que Katie Holmes no podría haber elegido mejor complemento
Más allá de las tendencias de bolsos de cada temporada, siempre hay espacio para modelos insurrectos, además de muchos otros que sobrepasan los límites de la funcionalidad. Tote bags publicitarias, bolsas de la compra (véanse dentro de este campo las imprevisibles ocurrencias de marcas como Balenciaga), e incluso la fiebre por las bolsas de papel de marcas de lujo son algunos de los ejemplos más sonados en estos últimos años, los cuales se han acabado convirtiendo en auténticos accesorios. Pues bien, el último look de Katie Holmes va por este derrotero, una vía bastante divertida con la que desafiar los preceptos de la moda, aunque, en su caso, se ha contagiado de una estética muy naíf.
En una era marcada por tendencias como el adornar nuestros bolsos con lazos, pequeños llaveros (esto se lo debemos a Jane Birkin) y peluchitos como los Labubú –además de la extendida costumbre coleccionista de Sonny Angels, Mofusands, Sylvanians, Hironos y demás muñequitos– tiene mucho sentido que Holmes decida emparejar su look con una bolsa estampada de Hello Kitty.
Lanzada hace justo medio siglo, la famosa gatita japonesa de Sanrio y algunos sus compañeros de universo como Kuromi y Cinnamonroll, continúan estampando muchas colecciones de ropa para adolescentes (y no tan adolescentes) y siempre son todo un éxito. De hecho, desconocemos si la intérprete tomó prestada del armario de su hija, Suri Cruise, esta colorida bolsa, pero lo que queda claro es que nadie podría haberla combinado con tanto desparpajo como ella.
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