A la modelo Kendall Jenner le encanta darnos sorpresas durante el mes de la moda. En 2022, la modelo sorprendió tiñéndose de pelirrojo para el desfile de Prada en Milán, y el color de pelo se convirtió en la tendencia del año. Ayer, subió un selfie a Instagram y nos inspiró de nuevo capilarmente, esta vez con otro tono: Jenner es ahora oficialmente rubia dorada por cortesía de la colorista de celebrities Jenna Perry (la misma que la tiñó de cobrizo).
El rumor de que Jenner se iba a volver rubia lleva rondando un tiempo por la redacción de Vogue. El viernes pasado, en la marcha Fashion for Our Future, por fin me lo confirmó una fuente fiable –un colega de profesión me lo susurró al oído y desapareció entre la multitud– y desde entonces he estado ‘a la caza’ de Kendall.
¿Cómo y cuándo haría oficial su nuevo look? ¿Paseando por el Guggenheim en el desfile de Alaïa? Pues, al parecer, no, porque mi compañera Arden Fanning Andrews me envió un mensaje de texto desde el backstage con solo dos palabras: sigue morena. Lo mismo para su aparición en el US Open. En la redacción empezó a correr la voz y algunas compañeras se unieron a ‘la caza’ de buen grado –prometiéndome vídeos si veían su transformación–.
Después vino el desfile de Tory Burch. ¿Burch en Brooklyn? Gran acontecimiento. Y aunque la modelo es el rostro de la nueva fragancia Sublime de la marca, no hizo acto de presencia, morena o no. Empecé a soñar en rubio, esperando el momento en que por fin diera el paso… ¿o se habría arrepentido? Durante un viaje de trabajo al Hotel Bel-Air de Los Ángeles, las imágenes de la rubia más famosa del mundo, Marilyn Monroe, me acosaban por los pasillos. Hasta ayer y la esperada revelación en forma de selfie.
«Tardé dos días en darle este precioso tono de rubio dorado, inspirado en los años 90 y en Carolyn Bessette-Kennedy«, revela Perry, y añade que cuando una se hace un cambio tan radical en su salón del Soho, los productos Olaplex son clave para mantener el pelo sano.