La boda de Alana Hadid: un idílico enlace en un jardín familiar de Los Ángeles con Bella y Gigi como damas de honor (descalzas)

Para dar el pistoletazo de salida a las celebraciones, los novios tuvieron un ensayo en casa del padre de ella, seguido de una cena íntima en Petit Ermitage. Dieron la bienevenida a sus invitados con cócteles y una amplia variedad de postres –desde macarons hasta tartas de frutas y una gran variedad de pasteles–. «Creo que mi madre se volvió un poco loca y pidió todos los postres que tenían», se ríe Alana. Para el ensayo, la novia optó por un vestido de cuentas de Clio Peppiatt, antes de cambiarse a un conjunto de dos piezas de Sandra Mansour, con una larga cola. «Probé muchas cosas», dice la novia. «¡Tengo 42 años y he esperado mucho tiempo para casarme!».

Para su vestido de novia, Alana sabía que quería algo vintage, aunque no estaba segura de si sería capaz de encontrar algo que funcionara con su altura. Por suerte, Tab Vintage dio en el clavo y la novia se decidió por un vestido de archivo de Vivienne Westwood. «Cuando me lo probé, supe inmediatamente que era mío», recuerda. «Creo que era una talla 16 o así, lo cual era perfecto, porque no tenía drapeados ni frunces, sólo unas mangas increíbles. Como era más grande, mi sastre pudo hacerle todos los arreglos necesarios y hacerlo mío», explica.

En cuanto a los complementos, Alana optó por otra reliquia familiar: los pendientes de amatista de su madre , junto con una serie de collares de Dorsey y una alianza de diamantes y oro personalizada de Sofia Kaman. Como toque sentimental, la novia fijó el anillo de su abuela a su ramo de flores silvestres de California. Estas flores también se cosieron a su velo, en consonancia con la ceremonia al aire libre. Por su parte, las damas de honor de Alana –las hermanas Bella, Gigi (ambas descalzas) y Marielle– lucieron unos vestidos verdes que ellas mismas eligieron, junto con joyas de Dorsey que la novia les regaló.

La música fue una parte muy importante de la ceremonia. Las damas de honor y el hermano de Alana, Anwar Hadid, caminaron hacia el altar con una canción palestina, ‘Ya Tal3een’ de Dana Salah, y Alana entró con ‘Thank You’, de Led Zeppelin. «En realidad se trataba de que nos expresáramos el uno al otro y de lo que significaba convertirnos en una familia», dice Alana sobre la ceremonia, oficiada por uno de los mejores amigos de la pareja. «Fue muy personal; escribimos nuestros propios votos y dijimos algo para la hija de Ross, ahora mi hijastra», confiesa.

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Farándula y Moda

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Mié Oct 22 , 2025
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