Una boda en Barcelona: una ceremonia religiosa en el Raval y una celebración en la Llotja de Mar
Albert, fundador de Curated by, y Clara, directora creativa y consultora de moda, se conocieron hace más de 10 años. “Después de vivir en A Coruña más de 6 años y Albert pasar por Londres, Madrid y Nueva York, nos reencontramos en nuestra querida Barcelona”, explica la novia. Barcelona les unió y allí precisamente decidieron sellar su amor para siempre tras comprometerse en un viaje express que realizaron a Seúl con motivo del trabajo de Clara. Pasaron por el altar el pasado 17 de mayo, concretamente en Sant Pau del Camp, ubicada en el Raval. “Nos encanta su sencillez y solemnidad, es un antiguo monasterio románico en medio de Barcelona. Quisimos mantener el espacio lo más puro posible. De hecho, prácticamente solo usamos la luz natural que entraba por las juntas de las puertas y los rosetones. Nos recordaba a una imagen de una capilla de Tadao Ando, simple y llena de fuerza”, confiesan los novios. Posteriormente la celebración fue en la Llotja de Mar, uno de los monumentos más significativos de la ciudad condal. “Queríamos que fuese una boda urbana, la Llotja es realmente un espacio que habla por si solo, así que queríamos que fuese sobrio, sencillo y convertirlo sobretodo en un entorno intimo”, añaden.
Nereis
La decoración tuvo las calas como protagonistas
Para conseguir ese aspecto sobrio y elegante que buscaban los novios, confiaron en algunos elementos repetidos que daban ese aspecto que querían para su día especial, en tonos verdes y blancos. “Quisimos mantenerlo todo bastante monocromático, así que nos decidimos por una instalación floral importante en la mesa central que luego se convertiría en el dj set para la fiesta. El resto quisimos mantenerlo sencillo y solo colocamos calas. No hubo mucha presencia de papelería, únicamente los menús que los diseñamos junto a Aspic, y ellos se encargaron del resto”, indican Albert y Clara.
“La cena solo estuvo iluminada por velas, que automáticamente convirtieron un gran salón, en un espacio muy íntimo”, dicen. “Nos gustó mucho la composición de los elementos tanto en el aperitivo como en la cena. La idea era que estuviésemos todos cenando alrededor de una misma mesa, de alguna forma la composición de ellas daba la sensación de estar haciéndolo”, añaden.