La boda en Castellón de Sara y Javi: cuando se celebra la sencillez del amor
Ya lo dijo la editora de belleza Violeta Valdés tras su boda, lo más rompedor que puedes hacer hoy en día es celebrar una boda tradicional, como las de nuestros padres. “Es una inversión gigantesca de tiempo y dinero en la que parece diluirse lo esencial: celebrar una unión tan significativa en compañía de nuestros seres queridos”, escribió mientras compartía su experiencia organizando una boda íntima.
Lo cierto es que aunque muchas parejas fantasean con una boda íntima, sin embargo, pocas terminan llevándola a cabo. Renunciar a decenas de invitados, huir de compromisos y no dejarse llevar por la vorágine nupcial que arrastra a los invitados a celebrar una fiesta multitudinaria resulta casi imposible. Aunque, cuando sucede, este tipo de eventos suelen ser la confirmación de que menos es más. Una afirmación que sirve para casi todo.
La última prueba irrefutable la encontramos en la boda en Castellón de Sara y Javi: 16 invitados, un vestido de novia de Tibi y y una comida íntima en un restaurante ubicado dentro de una cueva natural.
ROD & CONE
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Sara y Javi se definen como dos personas inquietas a las que siempre nos ha gustado tener mil proyectos en marcha, tanto personales como profesionales. Él trabaja en marketing y Sara en el sector del arte contemporáneo. «Aunque somos como dos planetas distintos nos une una misma sensibilidad creativa y las ganas de construir cosas juntos», explican.
Ambos son de Castellón, por eso decidieron celebrar su boda allí el pasado 16 de mayo, concretamente en La Vall d’Uixó. «Nos conocimos cuando Sara estudiaba en Barcelona. Javi se mudó allí unos años después y, tras un tiempo y una pandemia de por medio, decidimos cambiar de aires y empezar una nueva etapa en Madrid. Desde hace un año vivimos en Mallorca, desde donde hemos organizado toda la boda. Siempre hemos intentado convertir cada cambio, personal o laboral en una oportunidad para descubrir nuevos lugares juntos. Y esperamos seguir haciéndolo durante mucho tiempo», comparten.
La decisión de casarse les surgió de manera bastante orgánica. “Venía siendo una conversación recurrente que siempre dejábamos en pausa porque no terminábamos de verlo del todo claro, sobre todo porque no nos imaginábamos haciendo una boda grande, y los términos medios a veces son complicados. Al final, Javi tomó la iniciativa de proponer una fecha, y así fue como todo empezó a tomar forma”, comentan.
Una boda con los familiares más cercanos
Los novios realizaron la ceremonia y la comida en la terraza del Restaurante La Gruta, en el paraje de San José de La Vall d’Uixó, el pueblo de Javi. “Al ser un evento tan reducido e informal lo organizamos nosotros, contando con la ayuda del restaurante”, apuntan los novios.