Una boda en Ciudad Real inspirada en la Toscana italiana
¡Ay, los amores de verano! Nos encantan esas historias que comienzan con la magia estival y hacen que el amor florezca a la par que aumentan las temperaturas. Es el caso de Laura y Xavi, que se conocieron el 14 de agosto de 2013 en una barbacoa en Costa de los Pinos, Mallorca. “A primera vista, el uno del otro pensamos “que creído/a”, y sin embargo, estuvimos todo el día y toda la noche hablando sin cesar. De pronto, eran las 8 de la mañana, estábamos delante de casa de los padres de Laura y nos despedimos. Lo que pensamos que iba a ser un amor de verano, se convirtió en infinitas conversaciones hasta que volvimos a vernos en Barcelona”, cuenta la pareja. Desde entonces han pasado casi 11 años y Laura y Xavi no han dejado de luchar por aquel amor de verano que culminó en una boda en Ciudad Real inspirada en la Toscana italiana, celebrada el pasado 18 de mayo.
Estando separados cuando él se mudó durante tres meses a San Francisco el año pasado, Xavi y Laura se dieron cuenta de que a pesar de la distancia se seguían eligiendo todos los días de sus vidas. En un viaje por la Costa Oeste, tras visitar el Gran Cañón y Las Vegas, Xavi le pidió matrimonio a Laura delante del Mirror Lake de Yosemite. “Le puso palabras a lo que los dos habíamos estando pensando desde hacía meses. Sin anillo, aunque hizo uno de papel que llevo en mi cartera, decidimos dar el siguiente paso y compartir nuestro amor con los nuestros”, explica la novia.
DOSMASENLAMESA
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Finalmente, Laura y Xavi tuvieron su boda en Ciudad Real inspirada en la Toscana italiana soñada. Tanto la ceremonia civil como el banquete tuvieron lugar en la finca La Delfina, una finca familiar muy especial para la pareja. Allí, la pareja cumplió su deseo de celebrar una gran comida campestre entre amigos y familia para celebrar sus 11 años de amor.
Los dos looks de la novia
«Para el vestido lo tuve claro desde el minuto uno, no me lo quería hacer a medida, soy
una persona muy indecisa y lo iba a pasar muy mal», nos dice la novia sobre su apuesta estilística para el gran día. Después de recorrer todas las tiendas de Madrid e incluso de viajar dos veces a París en busca del vestido de novia perfecto, Laura eligió a Cortana. Además de por sus diseños y por sentirse identificada con la marca, porque su fundadora, Rosa Esteva, es de un pueblo de Mallorca en el que Laura veraneó toda su vida y en el que también conoció a Xavi.
En Cortana eligió el primer look que había probado en su primera visita: una falda de lino color natural con una sútil cola que evocaba perfectamente la estética campestre de la boda y un top de tul drapeado. A la combinación añadieron un cuello y mangas largas de tul para darle un aspecto más sofisticado.
DOSMASENLAMESA
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En los pies, Laura apostó por unas sandalias de cuña dorada que le permitiesen caminar cómodamente por la finca, decantándose por un modelo de Aquazzurra. Por otro lado, las joyas que escogió fueron el anillo de pedida que Xavi le compró en las subastas Segre, una sortija de estilo art-decó de diamantes y zafiros, y unos pendientes que también le regaló antes de la moda de Grassy.