La pareja pasó por el altar el pasado 26 de abril, concretamente en la Parroquia de San Sebastián, en Agüimes. Posteriormente se dirigieron junto a sus invitados a Maspalomas Golf, el lugar que eligieron para la celebración.
Una decoración muy romántica
“Cuando nos prometimos, sabía exactamente a quién tenía que llamar. Carla y yo estudiamos juntas arquitectura, ella ahora dirige su propio estudio creativo, Brutal Haus, y nadie le iba a poner tanto cariño ni nos iba a cuidar tanto como ella”, explica la novia. Además, también contó con Manu, wedding planner de Nubddos, que se encargó de toda la coordinación y decoración del evento. “Durante los meses previos de preparativos, la calma y serenidad que nos transmitía fue clave para nosotros”, explica la pareja.
“Mezclamos textiles de estampados toile de jouy y rayas en tonos desaturados. Queríamos que todo el protagonismo lo tuvieran las flores de Violeta Gladstone y la maravillosa selección de vajillas antiguas que Jorge, de Brocantes&Co, nos envió para las mesas”, comenta la novia. La papelería corrió a cargo de Kuramae.
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“Todo muy fue especial y nos guardamos cada segundo de ese día para siempre, pero sin duda alguna, los discursos fueron el mayor de los regalos. Hablaron mi padre, mi hermana a dúo con el mejor amigo de Diego, y mi socia Claudia. Durante nuestra luna de miel, muchas noches mientras cenábamos, volvíamos a leerlos y no podíamos evitar volver a emocionarnos”, zanja la pareja.
La novia se vistió de Marcela Mansergas
Para el gran día Patricia eligió un vestido de novia de Marcela Mansergas que combinó con unas sandalias metalizadas de Jimmy Choo, concretamente el modelo Azia. Los pendientes vintage fueron su regalo de pedida, de la joyería Vendôme.
Irene Dominguez
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