La boda en l’Empordà de Anna y Raf: una pedida de mano llena de tradición catalana
La historia de cómo se conocieron Anna y Raf es el claro ejemplo de que las cosas más bonitas suceden cuando menos te lo esperas. En los pasillos de las oficinas de Amazon en Dubái, donde los dos trabajaban por aquel entonces, fue donde la pareja coincidió por primera vez. Dos semanas después de ese momento ambos decidieron hacer una escapada juntos, lo que marcó el principio de su relación.
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Habiendo pasado un año desde el día en que se conocieron, Anna y Raf se prometieron en 2019. Él decidió recuperar una antigua joya de la familia de ella para la pedida de mano, rindiendo así un precioso homenaje a la que hoy es su esposa. Como no podía ser de otra manera, y para continuar con el tributo a la parte catalana de la pareja, la propuesta de matrimonio tuvo lugar en tierra de vinos de la zona, los antiguos viñedos del Priorat.
La pareja soñaba con celebrar una boda por todo lo alto, pero la pandemia les obligó a postponerla y a hacer una ceremonia íntima para sellar su unión. Cuatro años y unos trillizos después, Anna y Raf pudieron cumplir su sueño de casarse con una triple celebración el pasado 30 de noviembre en su masía, Mas Tres Olivetes.
El vestido de la novia: un diseño hecho a medida de MariaRoch
Para el día de su esperada boda, la novia eligió a MariaRoch para que le confeccionase su vestido. El resultado fue una pieza hecha a medida satinada de manga larga y escote de pico con una banda a la cintura. Anna decidió rematar su atuendo con un abrigo efecto pluma blanco y un bolso de Nathalie Trad.
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Como calzado, la novia llevó unos Manolo Blahnik negros con hebilla de pedrería. Las joyas que ella lució durante todo el evento eran unos pendientes y un collar personalizados con tanzanita, diamantes y oro rosa de House of Windsor y unos brazaletes de Cartier.