Una boda en Marbella, el lugar idílico para el ‘sí, quiero’ de esta pareja internacional
Brittany, la novia de esta historia, es estadounidense. Su ahora marido, Philippe, belga-holandés. Se conocieron en Nueva York, lugar en el que residen actualmente, pero celebraron su boda en Marbella. ¿Los motivos? Querían pasar por el altar en un destino que no solo tuviese un significado personal, sino que también ofreciese una experiencia única a sus invitados. “España resultó ser la elección perfecta: un lugar que sentimos cercano, lleno de historia y carácter, y el entorno ideal para una boda inolvidable”, explica la pareja.
Al tratarse de una pareja internacional, sus invitados viajaron desde todos los rincones del mundo. “16 países en total”, confirma la pareja. “Para nosotros era esencial integrar detalles de varias culturas, al mismo tiempo que nos sumergíamos en la esencia de la cultura española. Vivir en Nueva York nos llevó a buscar expertos locales en Andalucía que pudieran ayudarnos a fusionar este evento multicultural con la autenticidad del lugar. Fue así como elegimos a Open the Door Events para dar vida a nuestra visión”, añaden.
El objetivo de Britanny y Philippe estaba claro: querían que su gran día se sintiese como una extensión de las cenas con amigos en su casa en Nueva York: buena comida, vino, música y muchas risas. “Queríamos un ritmo relajado, con una larga hora de cócteles, una cena que se extendiera hasta el atardecer y, luego, baile hasta el amanecer. El hecho de que los días sean más largos en España nos permitió ajustar la planificación y adoptar ese ritmo pausado que queríamos para disfrutar cada momento. La puesta de sol durante la cena, con la luz transformándose bajo el dosel de palmeras, fue pura magia”, recuerdan.
Ginger’s Eyes photography
Ginger’s Eyes photography
Para celebrar la boda se decantaron por El Molino Del Duque. “Los exuberantes jardines de la finca nos ofrecieron la posibilidad de diseñar espacios que se iban revelando a medida que avanzaba el evento, con pequeñas sorpresas para nuestros invitados en el camino. A su llegada, les recibimos con champán y cerveza, petición especial de Philippe y un guiño a sus raíces belgas, en la entrada, para luego caminar por la avenida de palmeras hasta la ceremonia en un jardín abierto. Los cócteles después de la ceremonia se sirvieron con la finca de un suave tono rosa como telón de fondo. La cena tuvo lugar bajo los árboles, con dos largas mesas. Y la gran revelación de la fiesta: Open The Door y su equipo transformaron la parte trasera del jardín en una pista de baile bajo las estrellas, con una bola de discoteca en homenaje al lugar donde nos conocimos, The Jane Hotel, en Nueva York”, dice Brittany. “Tuvimos la suerte de disfrutar de un clima perfecto durante todo el fin de semana: 24°C y ni rastro de lluvia. ¡Realmente afortunados, ya que todo el evento era al aire libre y no teníamos un plan B!”, añade.
Una decoración con una clara tendencia protagonista: la de las telas drapeadas
El equipo de Open the Door Events ayudó a los novios a reunir un buen grupo de proveedores locales. “La comida y el vino fueron clave, como siempre lo son en nuestros viajes a Andalucía. La hora del cóctel giró en torno a las tapas, con jamón ibérico recién cortado frente a los invitados. El equipo de OTD colaboró con nuestro catering, Goyo, para diseñar un banquete que deleitara tanto la vista como el paladar. Elegimos vinos españoles, con una sola excepción: el champán”, cuentan.
