Esta celebración contó con la presencia de varias personalidades relevantes, las cuales gozaron del amor de la pareja por cuidar los detalles y organizar eventos con mucho carácter. “Nos encanta fusionar culturas como la persa y la colombiana y los estilos de vida de Miami, Nueva York y Los Ángeles, todo esto tuvo mucha presencia durante el evento”, explican.
“Alicia en el País de las Maravillas” se apodera de la decoración en una finca mediterránea
El auge de la estética mediterránea en la decoración de bodas también estuvo presente en la de Sofia y Daniela en Menorca. “El último evento de todo el fin de semana fue la boda, que se celebró en una antigua finca llamada Binicalstix”, cuentan.
Las propias invitaciones al fin de semana de boda menorquina, obra del artista Donald Robertson, ya anticipaban lo que iban a ser unos días repletos de amor y autenticidad. “Queríamos algo único, así que le encargamos que pintase una escena. La invitación consistió en un pañuelo impreso con la obra de arte que envolvía una tarjeta, ofreciendo a los invitados un pequeño recuerdo para guardar”, dicen.
Owen Kolasinski
Owen Kolasinski
La decoración de la ceremonia estuvo inspirada en cierta película en la que aparecen una niña, un sombrerero loco, una reina de corazones malvada y un conejo con mucha prisa. “Para la ceremonia, transformamos el lugar en una explosión floral al estilo de Alicia en el País de las Maravillas, de lo que se encargaron los talentosos floristas de Gang and the Wool”, cuentan.
La vajilla que la pareja eligió para la cena fue creada por su amiga, ceramista y artista LRNCE. Residente en Marrakech, diseñó una serie de platos personalizados que reflejan a la perfección la esencia de aquel lugar a la vez que se amoldan a los deseos de las novias de una atmósfera colorida y divertida.
Todos los muebles del evento estuvieron diseñados expresamente para la ocasión. “Conseguimos la experiencia que buscábamos con la ayuda de los muebles del estudio de interiores de la hermana de Daniela, Andrea Vargas Dieppa”, dicen. Todas las colecciones de la artista se exhiben ahora en la Galería Unno.
La zona de la fiesta también estuvo cuidadosamente decorada. En este momento, se trasladaron a un campo abierto en la propiedad en la que se llevó a cabo la cena, pero cambiando ciertas partes del mobiliario para que el espacio quedase como una fiesta disco única e inmersiva.